La pasión yucateca por el béisbol y, en particular por su equipo Leones de Yucatán es aprovechada por el aspirante de Morena a la gubernatura, Rogerio Castro Vázquez, quien goza de un palco exclusivo en el Estadio Kukulcán Álamo, para ampliar su precampaña electoral con cargo a las finanzas del Infonavit.
Gracias a la 4T, Rogerio Castro pasó de ser un profesor de educación indígena a poderoso terrateniente y empresario que se pasa por el arco del triunfo a la democracia y leyes electorales, pues con dinero del Infonavit, del cual es secretario general, ahora acude al béisbol en una zona exclusiva, con baños privados y todas las comodidades.
Al mismo tiempo, en tiempos de las redes sociales, aprovecha ese palco para su proselitismo, pues rifa cinco pases dobles en cada juego a los derechohabientes que le den me gusta a su página personal de Facebook, escriban comentarios y lo compartan, para ganar espacios en la Matrix sobre los demás aspirantes morenistas.
Como hace seis años, en la búsqueda de la candidatura de Morena a la gubernatura yucateca Castro Vázquez se encuentra tirando la casa por la ventana, gastando de lo lindo para hacerse publicidad, aunque esto no vaya precisamente con la austeridad republicana que promueve su “tatich”, Andrés Manuel López Obrador.
Desde que lo impuso en Morena la famosa Katia Meave Ferniza, Rogerio Castro se enriquecido a manos llenas, dedicado a robar y a vender los espacios del partido guinda en Yucatán a todo tipo de mercenarios del PRI y del PAN, esperando que con el tiempo le devuelvan el favor y lo hagan gobernador.
A pesar de la larga cola del secretario general del INFONAVIT, debido a la adquisición de al menos 18 casas y terrenos a nombre de su familia, al abuso contra las mujeres, y todo tipo de corruptelas, este sujeto paga millones de pesos en publicidad para que le laven la cara.