En los últimos meses, la alcaldesa de Mérida ha enfocado gran parte de sus esfuerzos en atender los problemas del sur de la ciudad, una zona que históricamente ha sido marginada. No obstante, esta estrategia ha generado críticas sobre si su enfoque es realmente equitativo para toda la población o responde a una acción populista que busca capitalizar el apoyo en una región clave.
Este miércoles, la alcaldesa inauguró las obras en la colonia Plan de Ayala II, afirmando que el Ayuntamiento trabaja “sin descanso en todas las colonias y comisarías del sur”. La declaración, que parece justa en su objetivo de reducir las brechas de desigualdad, deja en evidencia una realidad preocupante: mientras el sur de Mérida recibe calles renovadas, mejor infraestructura y servicios, muchas otras áreas de la ciudad se encuentran desatendidas.
Vecinos de diversas colonias en el norte y oriente de Mérida han señalado la falta de atención a los problemas que también afectan sus zonas. Calles en mal estado, deficiencias en la recolección de basura y falta de servicios públicos de calidad son solo algunas de las quejas que se escuchan con frecuencia. Estos sectores de la ciudad se sienten relegados ante lo que parece ser una gestión centrada exclusivamente en ganar simpatías políticas en el sur.
Si bien es innegable que el sur de Mérida requiere atención por su rezago histórico, la alcaldesa parece olvidar que es mandataria de toda la ciudad, no solo de una porción de ella. Los esfuerzos por combatir la desigualdad no deberían resultar en la creación de nuevas disparidades entre zonas. Mérida es una ciudad diversa, con múltiples necesidades que requieren soluciones integrales y no focalizadas únicamente en un área geográfica.
Este enfoque ha sido calificado por algunos como una estrategia política de cara a futuras elecciones, donde el apoyo popular del sur será fundamental. Sin embargo, este tipo de políticas corren el riesgo de polarizar aún más a la ciudad, generando una percepción de que el gobierno municipal se preocupa solo por los sectores que representan una mayor ventaja electoral.
Es imperativo que la administración municipal adopte un enfoque verdaderamente incluyente, que no solo prometa trabajar para todos, sino que lo haga de manera equitativa y balanceada. La ciudad entera necesita atención, y los ciudadanos de todos los sectores merecen que sus necesidades sean escuchadas y atendidas con la misma urgencia.
Este enfoque combina la crítica hacia el posible populismo de la gestión con el llamado a una administración más equitativa para toda Mérida. ¿Te gustaría añadir algún otro punto o matizar algún aspecto?