La persistencia y dedicación de los voluntarios que se dedican a limpiar playas, cenotes y manglares en Yucatán están dando sus frutos, ya que cada vez se suman más personas a estas actividades y la cantidad de residuos recolectados en las jornadas de limpieza está disminuyendo.
Toshio Yokoyama Cobá, director de Gestión y Conservación de Recursos Naturales de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS), destacó que estos resultados alientan a seguir adelante con estas labores. Aunque los cambios pueden no ser drásticos de inmediato, el progreso es evidente.
“Además de las acciones de limpieza, estamos promoviendo una cultura de sustentabilidad, trabajando con escuelas, niños y comunidades, y hemos tenido una respuesta positiva y apropiada”, señaló Yokoyama Cobá. En lo que va del año, se han saneado 16 de los 24 cenotes que se habían propuesto como meta.
En estos cuerpos de agua, todavía se encuentran objetos como drones, teléfonos, artículos de brujería e incluso animales muertos en bolsas. “Todavía encontramos este tipo de cosas, y lo más inusual que recuerdo es un tobogán”, añadió el director de la SDS.
El aumento en la participación voluntaria y la reducción en la cantidad de basura recolectada son señales positivas de que las acciones de concientización y conservación están teniendo un impacto en la comunidad local. Estos esfuerzos no solo contribuyen a la limpieza de los ecosistemas naturales, sino que también fomentan una mayor apreciación y cuidado del entorno ambiental en Yucatán.