En un profundo acto de fe y penitencia, el clero de Yucatán realizó ayer la tradicional Peregrinación Penitencial de Cuaresma 2025, teniendo como destino el santuario del Cristo de Ichmul, una de las imágenes religiosas más veneradas en la región.
La jornada de oración estuvo encabezada por el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega, acompañado por el obispo auxiliar Pedro Mena Díaz y el obispo Mario Medina Balam, quienes junto con numerosos sacerdotes caminaron en un acto de recogimiento y reflexión espiritual.
Un camino de fe y sacrificio
La peregrinación penitencial es una tradición en la Iglesia yucateca durante la Cuaresma, un tiempo litúrgico de preparación para la Semana Santa. En este recorrido, los sacerdotes oran por la comunidad, piden por la conversión de los fieles y refuerzan su compromiso con el ministerio sacerdotal.
El Cristo de Ichmul, ubicado en el municipio de Chikindzonot, es un símbolo de devoción en Yucatán. Cada año, miles de fieles visitan este santuario para pedir milagros y agradecer favores recibidos.
Un mensaje de esperanza y renovación
Durante la jornada, el arzobispo Rodríguez Vega dirigió un mensaje a los sacerdotes y fieles, recordando la importancia de la penitencia, la oración y la caridad en este tiempo de reflexión.
“Es un momento para renovar nuestra fe y acercarnos a Dios con humildad y arrepentimiento. Caminamos juntos como Iglesia, fortalecidos en la oración y la esperanza”, expresó.
Este acto reafirma el compromiso del clero yucateco con su misión pastoral, invitando a los fieles a vivir la Cuaresma con profundo sentido espiritual.
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