Triste pero cierto, iniciativa entregada por Gaspar Quintal Parra para derogar la Ley del isstey no tiene para cuando se contemple su análisis y el debate en la tribuna legislativa.
Lo que significa que dicho documento está en la congeladora de la LXIV legislatura y con ello se confirma que no hay el menor interés de apoyar a la base trabajadora.
Muy mal precedente político está dejando los legisladores de la bancada morenista al no permitir que esta iniciativa que intenta revertir la actual ley que fue aprobada con solamente 17 votos por diputados del PAN y tres diputados amigos de oposición, sigue permitiendo descuentos en la nómina de los empleados estatales del 11 por ciento en sus quincenas.
Además de que no se permite pensionar a los 55 de edad cumpliendo 15 años de labor ininterrumpida, es decir que todo permanece estático y el mal proceder legislativo de la bancada panista y sus cuates sigue imponiéndose.
Dónde quedan entonces las promesas políticas, la empatía hacia la base trabajadora, es más que obvio palabras huecas que se las llevó el viento.
Por lo pronto, los diputados de Morena siguen quedando a deber y mientras dentro de menos de dos meses, la nueva Ley del Isstey cumplirá tres años de haberse aprobado en medio de un fuerte escándalo.
Ahora bien, lo risible es que esos líderes sociales que lucharon con todo y que estaban en contra de esta ley, lucen ahora muy calladitos, por qué será.