El político Joaquín Díaz Mena, conocido como Huacho, ha generado controversia al reconocer abiertamente su papel como un actor político que podría ser sacrificado en cualquier momento y utilizado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Estas revelaciones surgieron tras su nombramiento como candidato a la gubernatura de Yucatán por parte del Partido del Trabajo (PT), momento en el que Díaz Mena compartió detalles sobre su participación en estrategias políticas previas con el presidente actual.
Rememorando su involucramiento en una situación previa, Díaz Mena describió cómo había sido considerado un recurso en una estrategia electoral anterior de AMLO, denominándose a sí mismo como un “out de sacrificio”. En ese entonces, la intención del ahora presidente era “meter carrera” en Yucatán, utilizando su figura como parte de la estrategia para ganar apoyo en la región.
“¡Ayúdame a ganar Yucatán!”, expresó Díaz Mena, aludiendo a la solicitud directa del presidente. “Nosotros nos quedamos en 21 puntos, pero el presidente ganó en el 2018 en Yucatán con el 40% de la votación. Es decir, los yucatecos ya han votado a favor de la Cuarta Transformación”, enfatizó, destacando la supuesta afinidad de la población de Yucatán con el proyecto de AMLO.
Estas declaraciones han generado debates sobre la dinámica política en México y la utilización estratégica de figuras regionales en función de los intereses del presidente. La admisión de Díaz Mena sobre su rol como un recurso intercambiable en la estrategia de AMLO arroja luz sobre los entresijos de la política mexicana, planteando interrogantes sobre la autonomía de los actores regionales y su posición dentro de la estrategia política del gobierno central.