Un incidente en la carretera Seyé – Cancún ha levantado sospechas sobre la actuación de los policías municipales de Seyé, liderados por la directora Esther Solís, y agentes estatales. Según informes, ambos cuerpos policiales intentaron “rescatar” un vehículo accidentado sin seguir los protocolos correspondientes.
El vehículo en cuestión se salió del camino cuando se dirigía a Seyé. Los policías estatales, a bordo de la patrulla 6664, y los municipales pretendían utilizar sogas y una patrulla municipal para remolcar el coche, una acción que fue detenida al notar la presencia de la prensa.
Por lo general, cuando un vehículo siniestrado está asegurado, la aseguradora se encarga de los daños y del remolque. Sin embargo, en este caso, la presencia de los policías remolcando el auto generó suspicacias sobre un posible “negocio extraoficial”. La patrulla utilizada, al ser un bien público, no está diseñada para remolcar vehículos y podría resultar dañada, lo que ha alimentado las sospechas de corrupción.
Uno de los agentes estatales intentó impedir que la prensa documentara el hecho, lo que despertó aún más preguntas sobre la transparencia de la operación. Según los reportes, los mandos de la policía podrían estar involucrados en estos negocios, tomando parte de lo recolectado.
A pesar de que en un principio los oficiales se preparaban para realizar el remolque, la directora Esther Solís declaró ante la prensa que estaban en fase de investigación y que se llamaría a una grúa para realizar el arrastre. Esta contradicción ha puesto en entredicho la veracidad de las acciones policiales.
Cabe recordar que, durante su toma de protesta, la alcaldesa Wendy Cauich aseguró que no toleraría actos de corrupción en su administración. Este incidente podría ser una prueba clave para demostrar su compromiso con la transparencia y el combate a la corrupción.