Un sismo de magnitud preliminar de 6.7 ha sacudido fuertemente el sur de Filipinas, dejando severos daños en varios edificios. Afortunadamente, hasta el momento no se reportan víctimas mortales.
El terremoto, que tomó por sorpresa a la población, afectó principalmente la isla de Mindanao. A pesar de la intensidad del movimiento telúrico, las autoridades han descartado la posibilidad de un tsunami.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el hipocentro se localizó a 77 kilómetros de profundidad y a unos 26.7 kilómetros al sur de la población de Burias, habitada por alrededor de 4 mil personas.
El epicentro de este sismo se encuentra sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una región conocida por su alta actividad sísmica y volcánica. Cada año, se registran alrededor de 7 mil terremotos en esta zona, la mayoría de ellos de intensidad moderada. Las autoridades locales están evaluando los daños y brindando asistencia a quienes lo necesiten. Se insta a la población a mantenerse alerta ante posibles réplicas.