Al reconocer una amplia ventaja sobre ella en las encuestas, Verónica Camino Farjat ha abierto la puerta de un autodescarte similar al que se vivió hace unas semanas con el Ex canciller Marcelo Ebrard.
La Senadora ha puesto sobre la mesa quejas similares en cuanto a la existencia de encuestas amañadas en favor de Joaquín Díaz Mena, y posición ventajosa al ser el titular de Bienestar en esta localidad; por lo que un deja vu como el que vimos en las presidenciales estaría por acontecer en esta localidad.
Siempre se ha sabido, sin embargo que los números no mienten; Huacho Díaz es la figura mejor posicionada en cuanto a números con más de 420 mil la última vez que compitió por la gubernatura, mientras la senadora a penas arañó un tercer lugar en su aspiración por ser alcalde de Mérida.
Aunado a ello la senadora morenista Verónica Camino ha generado sorpresa y controversia en las últimas horas al manifestar dudas sobre su candidatura a la gubernatura de su partido. En un giro inesperado, después de anunciar su intención de buscar la candidatura, Camino expresó preocupaciones sobre la equidad en la contienda interna, argumentando que Joaquín Díaz, delegado de Bienestar, tiene ventajas significativas sobre ella.
En su primer pronunciamiento público sobre la candidatura, la senadora parecía estar lista para la competencia. Sin embargo, horas después, sugirió que no existiría un piso parejo en la contienda interna debido a las supuestas ventajas de Joaquín Díaz.
Uno de los puntos centrales de su argumento es que Joaquín Díaz está en una posición ventajosa tanto en términos de terreno como de simpatías debido a su rol como responsable de la entrega de programas sociales. En contraste, Verónica Camino se describe a sí misma como una senadora más, aparentemente sintiendo que esto la coloca en desventaja.
Además de cuestionar la equidad en la contienda, Camino también expresó su desconfianza en las encuestas, sosteniendo que han estado manipuladas durante meses favoreciendo a otro competidor, Huacho. Esta declaración parece indicar que la senadora no está dispuesta a aceptar los resultados actuales de las encuestas.
Este cambio de actitud ha generado críticas y dudas sobre la capacidad de Verónica Camino para enfrentar una competencia electoral interna en su partido. Algunos observadores sugieren que podría estar mostrando falta de adaptación a un proceso de selección más competitivo, ya que anteriormente habría contado con el respaldo de poderosos patrocinadores políticos.
En lugar de quejarse, algunos críticos instan a Camino a concentrarse en construir una campaña sólida y presentar propuestas convincentes a los miembros de su partido. El inesperado cambio en su discurso ha dejado abiertas preguntas sobre su capacidad para lidiar con la competencia y su compromiso con el proceso democrático interno.