Resumen: El senador y exgobernador priista de Yucatán, Rolando Zapata Bello, critica la reforma de telecomunicaciones —a la que califica de “vigilancia masiva”—, pero su pasado revela que durante su gestión en 2014 implantó en secreto un sistema de espionaje digital conocido como Galileo, fabricado por la italiana Hacking Team.
1. La reforma y las acusaciones de espionaje
La polémica gira en torno al artículo 190 de la Ley de Telecomunicaciones, que obliga a las concesionarias a cooperar con las autoridades. Una versión monárquica del texto, provocó temor: el Estado podría obtener acceso en tiempo real a datos personales sin orden judicial. Aunque el gobierno actual lo negó, sectores de oposición como el senador Zapata Bello advierten de un intento de control ciudadano.
2. Galileo: el software de espionaje usado en Yucatán
Sin embargo, su acusación suena a hipocresía: la administración de Zapata firmó el contrato 021-2014 con Hacking Team en octubre de 2014, pagando 396 109,50 € para adquirir el sistema Galileo, según documentos filtrados por Wikileaks.
Este software permitía:
- Intervenir comunicaciones privadas, mensajes y llamadas.
- Control remoto de micrófonos y cámaras.
- Escucha y grabación sin consentimiento.
- Exfiltración de datos de redes sociales, correos y archivos .
3. El “site” secreto en Mérida
Documentos internos revelan que la infraestructura se instaló en una residencia de la colonia Gonzalo Guerrero, en Calle 6 entre 3A y 3B #339, Mérida, C.P. 97115, desde noviembre de 2014.
El contrato y correos detallan equipo dedicado:
- Servidores Windows 2008 (collector, base de datos).
- Switch, firewall, rack, cableado UTP.
- Consolas RCS.
- Anonimizers (IP públicas).
- Capacitación por ingenieros de Hacking Team del 10 al 14 de noviembre de 2014
También incluyen reservaciones de vuelos y hoteles en Mérida en febrero de 2015, para el personal técnico de Hacking Team .
4. La contradicción de Zapata Bello
Hoy, la crítica de Zapata Bello a la reforma de telecomunicaciones resulta incongruente. ¿Cómo condenar una medida actualmente en discusión cuando, en el pasado, se autorizó un espionaje sin rendir cuentas?
“No se puede condenar la posible vigilancia del presente sin responder por el espionaje comprobado del pasado”, señala un activista digital
La adquisición y uso de Galileo carecieron de supervisión judicial, transparencia o rendición de cuentas. El gobierno estatal lo negó sistemáticamente, aunque los contratos y correos lo confirman
5. Conclusión: exigencia de rendición de cuentas
La polémica sobre el artículo 190 es legítima, pero solo tendrá credibilidad si los actores políticos enfrentan su propio pasado. La reforma puede implicar riesgos reales; sin embargo, quienes la critican deben asumir la responsabilidad de sus propias decisiones durante el ejercicio del poder.
Para ser coherente, Zapata Bello debería explicar públicamente:
- ¿En qué casos fue usado Galileo y quién autorizó su empleo?
- ¿Cuáles fueron los objetivos?
- ¿Existen registros de vigilancia contra periodistas, opositores o funcionarios?
- ¿Por qué su administración negó los hechos frente a la evidencia?
Hasta que eso ocurra, la crítica a la reforma no pasa de ser una distracción política. Si quiere un debate serio sobre privacidad y vigilancia, debe comenzar por transparentar el espionaje de su propio sexenio.