MÉRIDA, Yucatán.- Una ola de denuncias sacude las redes sociales. La protagonista: Claudia Lizaldi, conocida conductora de televisión, rostro de Master Chef y promotora de la “espiritualidad femenina”. Pero tras la imagen de armonía y sanación, se esconde, según testimonios, una oscura maquinaria de manipulación emocional, fraudes, amenazas y abusos.
🙏 DE LA “HERMANDAD” AL ENGAÑO
Todo comenzó con frases como: “Eres mi hermana del alma” y “Te amo, hermana”, típicas del love bombing, una técnica de manipulación emocional. Así, Claudia ganó la confianza de la denunciante. Una vez enterada de que tenía ahorros, la invitó a invertir en un supuesto centro holístico en una casona de la colonia Campestre, que incluiría restaurante, tienda y consultorios.
Pero lo que parecía una alianza espiritual, pronto se volvió un juego sucio: le exigió invertir sin firmar contrato alguno.
“Hermana, eso es terrenal. Nosotras estamos en otro plano”, le respondía Claudia cada vez que pedía formalizar.
💸 LA ESTAFADA, EXPULSADA
Una vez remodelada la propiedad con los ahorros de la víctima, Lizaldi la sacó del proyecto sin previo aviso, prohibiéndole volver a entrar. Cuando la denunciante amenazó con demandar, recibió una frase escalofriante:
“No te conviene verme enojada.”
Y no fue solo verbal. Al salir de una cita con su abogado, un vehículo sin placas ni identificación le cerró el paso violentamente. Una amenaza silenciosa pero aterradora.
🧾 UN PATRÓN QUE SE REPITE
Este no sería un caso aislado. Varios testimonios anónimos coinciden en describir el modus operandi de Claudia Lizaldi:
Fue expulsada del Country Club por quejas de vecinos. En otra residencia de playa fue echada por problemas similares. Un hombre llamado Eli le habría prestado 300 mil pesos que nunca devolvió. A otra mujer, le dejó la casa vacía, llevándose muebles. En un restaurante de lujo consumía hasta 30 mil pesos mensuales sin pagar, maltrataba al personal y humilló a una mesera diciéndole:
“El cubrebocas te quita el oxígeno del cerebro, ¿verdad?”
😵 UNA DOBLE VIDA
Mientras en redes habla de “amor propio” y “mujeres ayudando mujeres”, la denunciante relata que vivía una relación codependiente con un hombre casado llamado Raúl. Cuando él se casó con otra mujer, Claudia aceptó ser amante… e incluso entró a casa de la esposa para robar un cuadro, entre risas.
✈️ ¿MUDANZA O HUIDA?
Justo cuando las denuncias explotan en redes, Claudia Lizaldi anuncia que se va de Mérida y regresa a la CDMX. ¿Coincidencia o escape?
“Va por la vida robándole a quien se deje. Pero la verdad siempre sale. Ojalá que la vida le regrese todo el daño que ha hecho”, concluyó la víctima.
🔎 ¿Has tenido una experiencia similar con ella o con algún falso gurú espiritual? Escríbenos. La verdad merece ser contada.
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