Esta persona, que ni siquiera es yucateca, se la pasa faltando a cada rato a su trabajo, demostrando que lo que menos le interesa es servir al pueblo.
Con 50 mil pretextos, Federica se la pasa viajando a la Ciudad de México, en lugar de atender las múltiples responsabilidades que tiene en Yucatán.
Eso sí, su quincena la cobra puntualmente, a pesar de que trabaja lo mínimo, pues tiene empleados a los que encarga la chamba.
Como informamos oportunamente, Federica ni siquiera tiene el perfil para trabajar ser la titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable ya que ella “estudió” la Licenciatura en Administración de Empresas (si es que de verdad cursó esa carrera).
Tampoco tiene experiencia en el cuidado del medio ambiente, ni experiencia en la política, salvó los tres años en que fue diputada plurinominal del Partido Verde.
En su época de legisladora lo único que tenía que hacer era acudir dos días al Congreso de la Unión, donde un equipo de asesores le tenían el trabajo resuelto.
Ella sigue pensando que es igual que ser secretaria de Estado.