El municipio de Dzemul, Yucatán, enfrenta una crisis de corrupción que ha puesto en la mira al alcalde Willy Flota, de Movimiento Ciudadano, quien ha sido señalado por el desvío de $16 millones 242 mil 880.22 pesos del erario público. Mientras las comunidades enfrentan carencias y falta de servicios básicos, el edil se da la gran vida con lujosos viajes a Europa, en una muestra descarada del abuso de poder y la impunidad con la que opera.
De acuerdo con diversas denuncias, los recursos desaparecidos estaban destinados a mejorar la infraestructura y los servicios básicos de Dzemul, pero en lugar de llegar a los ciudadanos, fueron a parar a los bolsillos del alcalde y su círculo cercano. Entre las irregularidades detectadas se encuentran:
• Obras fantasma: Se presupuestaron proyectos que nunca fueron ejecutados, mientras que otros presentan costos inflados de manera escandalosa.
• Desvío de recursos: El dinero que debía ser utilizado para servicios públicos esenciales fue triangulado a cuentas y empresas vinculadas con el alcalde.
• Uso de dinero público para lujos personales: Testimonios y registros señalan que Willy Flota ha realizado viajes a Europa, financiados con recursos municipales.
Mientras tanto, Dzemul sigue sumido en el abandono, con calles destruidas, problemas de agua potable y una falta evidente de inversión en el bienestar de sus habitantes.
A pesar de los señalamientos y las pruebas en su contra, Willy Flota sigue operando con total impunidad, protegido por la cúpula de Movimiento Ciudadano en Yucatán. A nivel estatal, el partido ha guardado silencio sobre los desvíos millonarios, lo que ha levantado sospechas sobre hasta dónde llega la red de complicidades dentro del partido naranja.
Este escándalo no solo afecta a Dzemul, sino que pone en entredicho la credibilidad de Movimiento Ciudadano en Yucatán, un partido que intenta venderse como una “nueva opción” pero que ampara a personajes corruptos y solapa el robo descarado del dinero público.
Mientras Willy Flota sigue disfrutando de sus lujos, la indignación crece entre los habitantes de Dzemul, quienes han exigido una auditoría a fondo y castigo ejemplar para el alcalde y sus cómplices. Sin embargo, hasta ahora, las autoridades estatales y partidistas han preferido mirar hacia otro lado.
La pregunta es clara: ¿Seguirán permitiendo que Willy Flota se burle de la justicia y del pueblo, o finalmente responderá ante la ley por el desfalco millonario que ha dejado a Dzemul en la miseria?