Ayer por la noche, una situación crítica se vivió en Dzidzantún, ya que el personal de la comuna se negó a trasladar a una joven paciente a una clínica. La razón detrás de esta negativa fue la imposibilidad de localizar al alcalde Ismael Aguilar para obtener la autorización necesaria para el gasto de gasolina de la ambulancia Delta II.
Desde el cierre del año anterior, el presupuesto de gasolina para la ambulancia Delta II fue reducido, y la otra ambulancia adquirida en diciembre de 2022 sigue fuera de servicio. Según fuentes extraoficiales, la segunda ambulancia nunca ha salido del taller debido a problemas mecánicos.
“Es un problema grave con el alcalde Ismael Aguilar cuando se trata de dinero. Él tiene que autorizarlo todo. El secretario, la síndico y el tesorero son solo títeres de ese ‘cabrón’. ¿Dónde están los 10 vehículos particulares que autorizó en cabildo para el servicio público y que tienen gasolina gratuita?”, señalaron algunos regidores.
La falta de respuesta a la emergencia médica generó indignación entre los residentes, y una de las afectadas expresó su frustración en redes sociales: “No importa la hora ni la distancia. Ahí se conoce a la familia. Solo tú, mi Dios. Solo te digo, fíjate a quién le darás tu voto. ¿Cómo puede ser posible que la ambulancia se quede sin gasolina? Y el enfermo… ¡bien!”, compartió doña L.C.U.
Esta situación resalta la urgencia de abordar problemas de financiamiento y gestión en el sistema de salud local, subrayando la necesidad de soluciones inmediatas para garantizar la atención médica oportuna y eficiente a los residentes de Dzidzantún.
