Mérida, Yucatán – 18 de septiembre de 2025. Con el anuncio del incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para bebidas azucaradas —que pasará de $1.64 a $3.08 por litro— surgen preocupaciones sobre el impacto que esta medida tendrá en las “tienditas”, negocios de abarrotes y los hogares de bajos ingresos.
¿Qué cambiará con el nuevo IEPS?
- El gravamen al IEPS en bebidas saborizadas se duplicará, pasando de $1.64 a $3.08 por litro.
- El precio final al consumidor podría subir entre 10 % y 15 %, dependiendo de la marca, presentación y lugar de venta.
Impacto estimado en Yucatán
- En el estado existen cerca de 24 mil tienditas que podrían verse afectadas directamente por la caída en ventas de refrescos, los cuales son productos que representan una parte significativa de sus ingresos diarios.
- Muchos de estos negocios operan con márgenes ya reducidos, por lo que un aumento en los precios —y una probable reducción en el consumo— podría amenazar su viabilidad.
- Negocios como los “servifrescos” (o tiendas que dependen en gran medida de la venta de refrescos/frías) señalan que este tipo de productos son esenciales para su flujo de efectivo diario. Sin embargo, con precios más altos, los consumidores de menores ingresos podrían dejar de comprarlos.
Consecuencias sociales y económicas
- Se proyecta una pérdida de empleos directos e indirectos tanto en la producción como en la venta de bebidas saborizadas.
- Familias con menor poder adquisitivo serán las más afectadas por el alza de precios, lo que podría traducirse en menor consumo de bebidas refrescantes y ajuste de presupuestos familiares hacia productos más esenciales.
- Expertos señalan que, aunque los impuestos a bebidas azucaradas tienen como objetivo mejorar la salud pública, no siempre han logrado reducir de forma significativa enfermedades como la obesidad o la diabetes, sobre todo si no se implementan políticas complementarias (educación nutricional, acceso a agua potable, etc.).
¿Qué se necesita para que la medida no dañe al más débil?
- Que el gobierno federal y estatal ofrezcan apoyos temporales para pequeños comercios, como subsidios o reducción de otros impuestos locales, para compensar la caída en ventas.
- Políticas públicas que acompañen el IEPS, centradas en mejorar hábitos de consumo, campañas educativas, señalización clara de productos, así como que haya alternativas accesibles y saludables.
- Transparencia sobre cómo se usarán los ingresos adicionales del IEPS, asegurando que se canalicen hacia salud pública, prevención, y mejoramiento de servicios para las comunidades más necesitadas.