Con la intención de reducir la velocidad vehicular y mejorar la seguridad vial, el Ayuntamiento de Tekal de Venegas ordenó la construcción de varios topes en distintas calles del municipio. Sin embargo, la medida ha generado molestia e inconformidad entre los habitantes, quienes califican los topes como excesivos, mal planeados y potencialmente peligrosos.
Vecinos y automovilistas locales aseguran que los nuevos reductores de velocidad son tan altos y abruptos que, en lugar de prevenir accidentes, podrían provocarlos, especialmente para motociclistas, ciclistas y vehículos pequeños que transitan con frecuencia por las zonas donde fueron colocados.
“Parece que construyeron bardas en lugar de topes”, comentó un ciudadano en redes sociales. “Uno pasa y el carro raspa, ni yendo despacio se puede librar bien. Es un riesgo”, añadió.
Las quejas no se han hecho esperar, tanto de parte de conductores como de peatones, quienes también señalan que no se colocaron señales visibles ni advertencias adecuadas, lo que incrementa el riesgo de que los automovilistas se sorprendan al cruzar por las calles afectadas, especialmente en horas de la noche o bajo la lluvia.
Si bien el objetivo del Ayuntamiento, según se ha dado a conocer de manera informal, es reducir la velocidad para proteger a los transeúntes —especialmente cerca de escuelas, iglesias y zonas concurridas—, la falta de consenso y consulta con la ciudadanía ha derivado en un malestar creciente.
Hasta el momento, las autoridades municipales no han emitido una postura oficial sobre las dimensiones de los topes ni han aclarado si se prevé una corrección o adecuación. Mientras tanto, la población continúa pidiendo que se evalúe la medida y se ajusten las obras a normas técnicas que garanticen tanto la seguridad vial como la integridad de los vehículos.
En tanto no haya una respuesta clara del Ayuntamiento, el tema sigue encendiendo el debate en la comunidad sobre cómo equilibrar la seguridad con el sentido común en la obra pública.