La presidenta municipal de Conkal, Linda Pérez Quijano, ha dado luz verde a una polémica maniobra, ha iniciado una ofensiva para reclamar parte de los terrenos de la exhacienda “San Isidro”. Este acto ha generado críticas y acusaciones de abuso de poder, ya que Pérez Quijano parece orquestar una embestida contra Rodrigo Cortés Mena, el acaudalado propietario de extensas hectáreas en el municipio.
Linda Pérez ha utilizado su antigua residencia como pretexto para irrumpir en la propiedad y está culpando a sus propios empleados para fingir que no es ella quien está atacando a Cortes Mena, todo al parecer por una vieja rencilla, en la que ahora que está en el poder, no duda en cobrarse. En días recientes, se presentó en la exhacienda para medir los terrenos, pero fue expulsado por invasión a propiedad privada. Este acto ha avivado las tensiones en torno a lo que muchos ven como una pugna motivada por intereses oscuros.
Lo que resulta aún más preocupante es el trasfondo de este conflicto, ya que el Ayuntamiento de Conkal de Linda Pérez no ha cumplido ni dos meses y ya enfrenta toda una crisis de ingobernabilidad, donde varios funcionarios de su propio gabinete le han dado la espalda, al grado de renunciar a sus cargos. Lo que empezó con la promesa de “La villa es Linda“ se está tornando en una auténtica pesadilla para los conkaleños.
La alcaldesa Pérez Quijano, simula y echa culpas a su propio personal de los negocios y presiones oscuras que se están registrando en su Conkal, municipio que queda claro le ha quedado grande a la primera edil.
Esta situación no solo deja entrever los posibles abusos de poder en el municipio de Conkal, sino que también pone en evidencia cómo las autoridades locales, en lugar de velar por el bienestar de la comunidad, parecen estar utilizando su influencia para impulsar disputas personales y facilitar maniobras legales cuestionables.
Ha trascendido además que varios de sus colaboradores empiezan a acercarse a los conkaleños, pues Pérez Quijano finge incluso y levanta falsos contra sus propios colaboradores de estar operando cosas turbias, cuando en realidad es ella quien está detrás.