Tulum, Quintana Roo. – La administración del presidente municipal Diego Castañón Trejo atraviesa uno de sus peores momentos. De acuerdo con una reciente encuesta de Demoscopia Digital, su aprobación cayó de 66.3% en febrero de 2024 a apenas 48.9% en marzo de 2025, lo que representa una caída de más de 16 puntos porcentuales en un año. Esta drástica disminución refleja un creciente malestar social ante una gestión marcada por la ineficiencia, la corrupción y la falta de resultados concretos.
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Tulum, uno de los destinos turísticos más importantes del país, vive una crisis de credibilidad institucional. No solo enfrenta la amenaza constante de la violencia generada por pugnas entre grupos del crimen organizado —que impactan en la percepción de seguridad entre visitantes— sino que también lidia con acusaciones graves de corrupción en su gobierno municipal.
Fraudes inmobiliarios y complicidad oficial: caso Akela Development
Uno de los escándalos más sonados es el presunto fraude cometido por la empresa Akela Development Group, que ofreció lujosos desarrollos inmobiliarios y vendió más de 70 propiedades fantasma a extranjeros, entre ellos a la estadounidense Erin Norris, quien perdió más de 200 mil dólares. La afectada denuncia que el Ayuntamiento de Tulum avaló los permisos del proyecto, pero al estallar el fraude, nadie asumió responsabilidades.
Casos como este se repiten, sin que la administración de Castañón Trejo intervenga con firmeza. Mientras tanto, los fraudes inmobiliarios se multiplican en Tulum, afectando la imagen internacional del destino.
Corrupción en contratos públicos: botes de basura con sobreprecio
La molestia ciudadana también se concentra en redes sociales, donde circula una denuncia sobre el contrato MT/OM/RMS/RF/ADQ/LPN/021/2024, en el cual el ayuntamiento de Tulum pagó casi 9 millones de pesos por 3,400 botes de basura a la empresa “Soluciones Reales para la Industria S.A. de C.V.”. Cada bote, de apenas 120 litros, fue facturado en 2,617 pesos, aunque su precio real ronda los 1,580 pesos.
Además, hay evidencia de que en realidad solo se entregaron 750 botes, lo que implicaría un presunto desfalco por más de 4 millones de pesos en ese contrato. Pese a estas irregularidades, no hay investigaciones abiertas ni responsables sancionados.
Polémica por contratación de Moisés Muñoz y despilfarro en programas sociales
Otro punto que genera fuerte controversia es la designación del ex portero del Club América y comentarista deportivo, Moisés Muñoz, como nuevo director del Deporte y Juventud de Tulum. Ciudadanos exigen saber cuánto devenga el exfutbolista, quien en su último empleo ganaba más de 1.2 millones de pesos al año, y dudan que acepte un cargo público con sueldo limitado.
A esto se suma el manejo opaco del presupuesto de dicha dirección, que en año electoral pasó de 16.5 millones a más de 22 millones de pesos, gastados en miles de “ayudas sociales” sin comprobación adecuada, muchas de ellas justificadas con recibos irregulares de 20 a 300 pesos.
Un gobierno debilitado y sin rumbo
Diego Castañón Trejo llegó al poder tras la salida de su antecesor y ahora, a seis meses de buscar la reelección, enfrenta una ciudadanía cada vez más escéptica. El 51.1% de los habitantes de Tulum reprueba su gobierno, lo que refleja un claro rechazo social ante una gestión que no ha sabido responder con claridad ni firmeza a los desafíos del municipio.
Con problemas estructurales sin resolver, corrupción creciente, y una falta evidente de liderazgo, Tulum atraviesa una etapa crítica. Si el rumbo no cambia, el precio político y social será cada vez más alto.