Una serie de ataques aéreos realizados por Israel este miércoles en Siria dejó un saldo de tres muertos y al menos 34 heridos, según reportó el Ministerio de Salud sirio. Entre los objetivos alcanzados están la sede central del ejército sirio en Damasco, cuarteles militares y la sede del Ministerio de Defensa, que fue destruida por un misil israelí.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, justificó estos bombardeos como medidas para proteger a la comunidad drusa, minoría que se encuentra en conflicto con otros grupos armados en Siria. Katz advirtió que las advertencias en Damasco han concluido y que ahora llegarán “golpes dolorosos”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que los ataques se dirigieron contra los cuarteles principales del gobierno interino sirio y áreas cercanas al palacio presidencial en la capital.
Por su parte, las autoridades sirias calificaron los bombardeos como “un acto ilegal y criminal” y denunciaron que los ataques se extendieron a otras zonas en el sur del país.
Entre los fallecidos se encuentran tres comandantes militares sirios, de acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR).

Contexto del conflicto y la minoría drusa
La comunidad drusa, una rama del chiismo que representa cerca del 3% de la población siria, vive principalmente en Siria, con aproximadamente un millón de personas. Históricamente, esta minoría ha tenido una posición delicada dentro del entramado político del país.
En los últimos días, violentos enfrentamientos han estallado entre beduinos sunitas y drusos en la región sur de Siria, especialmente en Sweida. El SOHR reporta que cerca de 300 personas han muerto durante estos choques, en los cuales también se ha involucrado el ejército sirio, que ha sido acusado de abusos contra civiles.
Decenas de drusos residentes en los Altos del Golán, región anexionada por Israel en 1981, se acercaron a la frontera con Siria y algunos cruzaron para apoyar a sus compatriotas, aunque el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu pidió que evitaran hacerlo, señalando la gravedad de la situación.
Reacciones internacionales
Los ataques israelíes generaron preocupación en Estados Unidos, donde el secretario de Estado Marco Rubio pidió el cese de las hostilidades y confirmó contactos con las partes enfrentadas para buscar un alto al fuego. La Casa Blanca solicitó a Israel suspender las operaciones militares y fomentar un canal de diálogo con Damasco.

Turquía condenó los bombardeos y los calificó como un sabotaje a los esfuerzos de paz en Siria, mientras que el primer ministro libanés Nawaf Salam hizo un llamado a la comunidad internacional para poner fin a la violencia.
¿Qué busca Israel con estos ataques?
Según análisis de expertos en Medio Oriente, la campaña israelí responde a un intento de frenar la influencia del nuevo gobierno sirio y prevenir que fuerzas aliadas al islamismo amenacen la seguridad israelí, particularmente en la zona cercana a la comunidad drusa.
Tras la caída de Bashar al Asad en diciembre, Israel lanzó una serie de ataques para evitar la militarización rápida en Siria que pudiera poner en riesgo su frontera norte.
Estos bombardeos funcionan tanto como un mensaje disuasorio hacia Damasco como una advertencia para otros actores regionales.
No obstante, la ofensiva también genera divisiones internas en Siria y entre la comunidad drusa, algunos de los cuales rechazan cualquier vínculo con Israel.
En definitiva, estos ataques son parte de una estrategia política y militar para influir en el proceso de reconstrucción del orden en Siria después de la era Asad.
