A pesar de las afirmaciones de Joaquín “Huacho” Mena sobre la seguridad en Yucatán, el clamor popular contradice su perspectiva. Aunque Mérida muestra un índice de criminalidad menor en comparación con el resto del país, los delitos como robo a casa habitación, narcomenudeo, extorsión, crimen organizado y homicidio han experimentado un aumento preocupante.
Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2023 (Envipe) del Inegi, Yucatán ha registrado un aumento progresivo en el número de víctimas en los últimos cuatro años. La incidencia delictiva ha pasado de 17,686 delitos en 2019 a 23,914 en 2022.
Aunque el sentimiento de inseguridad es menor en comparación con otras regiones del país, el estado se ubica en el segundo lugar nacional con un 37.8% de percepción de inseguridad, solo superado por Baja California Sur (33.4%).
La Policía enfrenta críticas por el presunto uso excesivo de la fuerza, abuso hacia trabajadores de la construcción, acoso a motociclistas y corrupción en infracciones de tránsito. El ciudadano común expresa desconfianza en lugar de seguridad al interactuar con la policía, señalando casos de abusos y atropellos.
Sorprendentemente, “Huacho” Mena sugiere que Luis Felipe Saidén Ojeda, jefe de la policía, continúe en su cargo por varios sexenios, elogiándolo por mantener a Yucatán en primer lugar en seguridad. No obstante, la DEA informa de graves acusaciones, incluyendo una grabación que señala a Saidén como la “cabeza de operaciones del narcotráfico” en Yucatán.
Estas revelaciones plantean la necesidad de un replanteamiento en la dirección de la policía yucateca para generar confianza y resultados positivos. Joaquín Díaz, “el Huacho” Mena, como único precandidato a la gubernatura de Yucatán por Morena, es el único que propone la permanencia de Saidén en la Secretaría de Seguridad Pública, a pesar de las controversias.