La senadora chapulina Verónica Camino Farjat se encuentra colaborando con el precandidato de Morena a la alcaldía de Mérida, Rommel Pacheco Marrufo, quien busca revitalizar su debilitada precampaña que, simple y sencillamente, no levanta.
La alianza entre ambos personajes parece no tener impacto alguno en el ámbito político, ya que ambos son ampliamente cuestionados por la ciudadanía.
La originaria de Tizimín es descrita como pedante, mentirosa y traicionera, mientras que Rommel Pacheco, un político que ha incursionado en varios partidos, es señalado como débil y poco respetado, especialmente por su historial de traiciones políticas al PRI y al PAN.
Ciudadanos que han observado la colaboración entre ambos durante visitas domiciliarias a militantes morenistas en Mérida expresan un claro descontento hacia Pacheco, a quien consideran un traidor vulgar.
Ante la falta de aceptación de Rommel Pacheco en la capital yucateca, se le ha encomendado a la Mocita la tarea de mejorar su imagen en la región, donde ella misma fue derrotada hace tres años. Sin embargo, los esfuerzos de ambos no parecen surtir efecto, ya que los meridanos ven a Pacheco como un traidor sin méritos, impuesto como candidato desde el Centro del país.
Las redes sociales del candidato de Morena para la alcaldía reflejan la presencia constante de la senadora chapulina en un intento por ganar seguidores y comentarios positivos.
A pesar de estos esfuerzos, las publicaciones carecen de respaldo y generan desagrado, pues la sociedad, incluyendo a los seguidores de Morena, considera a Pacheco como un estorbo y un retroceso para el movimiento, acusándolo de ser impuesto mediante acuerdos políticos más que por méritos propios.
En las redes sociales del trapecista, un lector, José Navarrete, expresó la insatisfacción de los seguidores de Morena y señaló la situación como una traición a los principios del movimiento.
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