Bajo el filtro de piedra que lo encierra
y que trueca la lluvia en agua pura,
el caudal va fluyendo con mesura
en el verano eterno de la tierra,
mitigando el ardor con su frescura.
De la boca terrena de su huella
hasta el lecho en que brota su venero,
regala al mar la miel del colmenero,
el perfume sutil de la doncella
y la indómita sangre del guerrero.
Dz´onot, cenote, misterioso río
que nació con dolor de astral herida,
pozo sagrado, manantial de vida,
testigo y cómplice del señorío
de los mayas, estirpe esclarecida.
PFRG