En medio del arranque de la Encuesta Intercensal 2025, personal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en Yucatán externó su malestar por lo que califican como arbitrariedades laborales y falta de justicia salarial que, aseguran, afectan a trabajadores de todo el país.
Empleados del organismo acudieron a la redacción de este medio para expresar su inconformidad ante la exclusión de aumentos de sueldo para los niveles de enlace y mandos medios, una medida que —señalan— replica lo ocurrido recientemente en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), donde también hubo protestas por decisiones similares.
“Nos están golpeando en lo más básico”
Los inconformes explicaron que recibieron un comunicado interno donde se oficializa que no habrá incrementos salariales para dichos niveles jerárquicos, pese al incremento en el costo de vida y a la expectativa de un ajuste acorde con la inflación.
“Nos están golpeando en lo más básico: alimentación, vivienda, educación y salud. Nos dicen ‘Todos somos INEGI’, pero esa frase suena vacía cuando el trato no es igual para todos”, expresaron trabajadores, quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias.
De acuerdo con su testimonio, el personal de enlace, figura intermedia entre los técnicos operativos y los mandos medios, ha sido históricamente relegado en materia de prestaciones y estímulos. “Nos quitaron primero los vales de despensa, luego el ahorro institucional, y ahora nos niegan el derecho de tener un salario que se ajuste a la inflación. No es justicia, es violencia laboral”, sostuvieron.
Prestaciones recortadas y desigualdad
Los trabajadores denunciaron que los enlaces y mandos medios quedan fuera de varios programas institucionales de apoyo, como capacitación y desarrollo, ayuda de transporte, previsión social múltiple y servicios.
Además, mencionaron que el sueldo reportado ante el ISSSTE es menor al real, lo que genera consecuencias en los créditos de vivienda, acceso a préstamos y cálculo de pensiones. “Estamos siendo marginados por el propio sistema, y eso es lo que más duele”, expresaron.
Protestas simbólicas y posible paro nacional
El descontento, aseguran, no se limita a Yucatán. En delegaciones de todo el país, trabajadores comenzaron una protesta simbólica vistiéndose con camisas negras y rojas para visibilizar su inconformidad.
“Esto apenas empieza. Si no hay respuesta, se está valorando un paro de labores, igual que en el SAT”, advirtieron.
El posible paro se daría en un momento clave para el instituto, ya que actualmente se realiza el levantamiento de la Encuesta Intercensal 2025, uno de los proyectos más importantes del INEGI, con el que se actualizan datos poblacionales y socioeconómicos a nivel nacional. Una suspensión de actividades, reconocen, “impactaría directamente en el avance de los trabajos en campo y en los resultados del proyecto”.
Autonomía en duda
Pese a que el INEGI es un organismo constitucionalmente autónomo, los empleados aseguran que, en los hechos, sus decisiones laborales están subordinadas a la política salarial del gobierno federal, particularmente desde la llegada de la actual presidenta, Graciela Márquez Colín.
“Nos hablan de autonomía, pero se siguen las mismas líneas que en las dependencias federales. No se escucha al personal y no hay diálogo. Eso genera frustración y desmotivación”, señalaron.
“No pedimos privilegios, pedimos justicia”
Los empleados subrayaron que su reclamo no busca generar conflicto, sino equidad y reconocimiento. “No pedimos privilegios, pedimos justicia laboral. Queremos condiciones dignas y un salario justo. Si esto no es exclusión y violencia, ¿qué es?”, cuestionaron.

