En su segunda conferencia mañanera, el Gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, anunció que su administración tomará medidas ante las irregularidades detectadas en las finanzas estatales durante el proceso de Entrega-Recepción. Pese a que aseguró que no habrá persecución política, reiteró que castigará firmemente cualquier acto de malversación de recursos públicos cometido por funcionarios del gobierno saliente.
“Que las y los yucatecos tengan la certeza de que no venimos encabezando una cacería de brujas, pero si encontramos irregularidades, por supuesto que tenemos que tomar las medidas necesarias”, expresó Díaz Mena desde el Salón de la Historia del Palacio de Gobierno.
Déficit de 808 millones de pesos y deudas en Seguridad Pública
Al analizar las finanzas estatales, el gobierno de Díaz Mena detectó un déficit de 808 millones de pesos. En la cuenta de ingresos, que reflejaba un saldo de 11.3 millones de pesos, se encontraron compromisos de pago pendientes por 429.2 millones de pesos, lo que genera un faltante de 417 millones.
El gobernador destacó que, de esta cantidad, el 43% corresponde a adeudos en Seguridad Pública, lo que equivale a 242 millones de pesos. Este saldo afecta directamente a sectores críticos, como la seguridad de los yucatecos, pues representa una carga financiera que la nueva administración deberá asumir.
Además, en la revisión se hallaron otros compromisos sin respaldo financiero, como una reclasificación de recursos por 150.3 millones de pesos que no se había aplicado, así como deudas adicionales de 136 millones de pesos no registradas en el sistema y otros 104 millones en compromisos sin fondos asignados. Estas cifras, en conjunto, incrementan el déficit financiero a 808 millones de pesos para inicios de octubre.
Estrategia para afrontar la crisis financiera
Para hacer frente a esta situación, Díaz Mena señaló que se ha establecido comunicación con dependencias federales como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de Educación Pública (SEP), con el objetivo de obtener recursos adicionales para cerrar el año y cumplir con los pagos a docentes y personal de salud. De ser necesario, el gobernador indicó que se considerará la opción de solicitar un crédito puente.
Asimismo, la nueva administración implementará un plan de austeridad, que incluye la reducción de gastos en telefonía celular, el consumo de combustible y el uso del parque vehicular. Estas medidas buscan estabilizar las finanzas públicas y garantizar que los recursos se destinen a áreas prioritarias que beneficien a la ciudadanía.
“Cada peso se destinará a las áreas prioritarias, siempre con el objetivo de mejorar el bienestar de todas y todos los yucatecos”, enfatizó Díaz Mena, quien reafirmó su compromiso de manejar los recursos públicos con transparencia y responsabilidad.
Compromiso con la ciudadanía y firmeza contra la corrupción
Joaquín Díaz Mena subrayó que, aunque no se buscará una “cacería de brujas”, cualquier acto de irregularidad será investigado y, de encontrarse pruebas de desvío de fondos, los responsables enfrentarán las sanciones correspondientes. “Nuestro compromiso es con la ciudadanía, para que se sienta segura y confíe en que sus impuestos están siendo utilizados de forma correcta y en áreas que generen beneficios tangibles para las familias yucatecas”, concluyó.
Con estas declaraciones, Díaz Mena intenta marcar el inicio de una gestión orientada a la transparencia y responsabilidad, mientras se enfrenta a un panorama financiero complejo.