El Ayuntamiento de Celestún enfrenta una severa crisis tras descubrirse el saqueo y la corrupción protagonizados por el ex presidente municipal, José Asunción Ramírez Perera, y su equipo de regidores. Durante el proceso de entrega-recepción de las cuentas públicas, la nueva administración ha revelado que no se cumplieron los protocolos adecuados, lo que ha dejado al municipio sin documentos esenciales para operar.
Antes de la entrega, un contador identificado como “Román” retiró todos los documentos clave de la bodega principal, dejando el almacén casi vacío. Entre los archivos sustraídos se incluyen la cuenta pública, actas de cabildo, y expedientes de obras públicas, lo que ha generado una gran preocupación por posibles fraudes, como la falsificación de documentos y la adjudicación ilegal de terrenos en zonas protegidas.
A esto se suma que los sellos oficiales del Ayuntamiento fueron llevados por los regidores de Ramírez, lo que podría facilitar el uso indebido de estos para cometer delitos financieros. Sin las actas de cabildo, también se desconoce el estado de los terrenos y edificios municipales, lo que refuerza las sospechas de que el ex alcalde y su equipo habrían repartido bienes públicos, incluyendo el basurero municipal.
La entrega-recepción, que debió haber comenzado una semana antes del 31 de agosto, fue realizada de manera apresurada el 30 de agosto, obstaculizando a la administración entrante en la revisión de los equipos y bienes. Los trabajadores actuales han señalado que no se les proporcionaron documentos que certifiquen el estado de los muebles y herramientas del Ayuntamiento, muchas de las cuales han desaparecido, como vehículos oficiales y una computadora de 20 mil pesos que fue “donada” a una docente del municipio, lo que ha levantado sospechas sobre su relación con la anterior administración.
Uno de los personajes más señalados es Josué Palomino, ex director de alumbrado público, quien se apropió de una pértiga valorada en 15 mil pesos, alegando que él la compró. Sin embargo, al no poder comprobar su propiedad, intentó vendérsela a la nueva administración.
La administración de José Ramírez ha destapado una ola de corrupción que ha dejado a Celestún en un estado crítico. Las autoridades estatales han dado hasta el 15 de septiembre para que se devuelvan los documentos robados. De no ser así, procederán con acciones legales por corrupción y ocultación de información pública.