El Chelsea sigue vivo en el Mundial de Clubes 2025 tras vencer 2-1 al Palmeiras en un duelo que tuvo de todo: talento joven, tensión al límite y un desenlace con tintes de tragedia para los brasileños.
El partido, disputado en un ambiente electrizante, comenzó con dominio inglés. Cole Palmer, el joven talento de los ‘Blues’, abrió el marcador al minuto 17 con una elegante maniobra individual desde la frontal del área. Con sangre fría, el inglés se giró y colocó un disparo suave pero preciso, lejos del alcance de Weverton.

Palmeiras tardó en reaccionar, pero lo hizo con lo mejor que tiene: Estevao Willian, la joya brasileña de 17 años que ya tiene contrato firmado con el Chelsea. El extremo encaró, esquivó a Cucurella —quien hasta entonces lo había contenido— y soltó un disparo que empató el juego en la segunda mitad, demostrando por qué está destinado a brillar en Europa.
Tras el empate, el partido se volvió parejo. El técnico Enzo Maresca hizo debutar al recién fichado Joao Pedro, y ambos equipos se midieron con respeto, sabiendo que cualquier error podía costar caro.
Y así fue. Cuando el duelo parecía destinado a la prórroga, un centro de Malo Gusto tomó mal parada a la defensa brasileña. Agustín Giay, en su intento por despejar, desvió el balón hacia su propia portería, rebotando en Weverton antes de cruzar la línea. Un autogol cruel en el minuto 87 que terminó dando el pase al Chelsea.

Brasil, el rival más duro del Chelsea
Con esta victoria, el Chelsea enfrentará a su tercer equipo brasileño en el torneo, Fluminense, tras haber eliminado a Palmeiras y haber perdido con Flamengo en la fase de grupos. Una muestra del dominio sudamericano en esta edición del Mundial de Clubes, donde llegaron cuatro clubes del Brasileirao.
Palmeiras, por su parte, se despide con la cabeza en alto, habiendo exigido al máximo a uno de los favoritos al título. El fútbol brasileño pierde otro contendiente, pero aún le queda el orgullo de Fluminense.