Mérida, Yucatán. Los hospitales públicos en Mérida atraviesan una grave crisis que pone en peligro la vida de los pacientes debido a la falta de insumos, medicamentos y mantenimiento adecuado. Esta situación se ha agravado desde el cambio de gobierno federal, que dejó suspendido el ejercicio de insumos médicos esenciales.
El Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (HRAEPY), considerado en su momento un modelo de atención médica de alta calidad, ha sufrido un alarmante declive en su capacidad operativa. En agosto de 2023, este hospital realizaba en promedio 88 intervenciones quirúrgicas diarias, cifra que hoy ha caído a apenas 19, lo que representa una reducción del 78%.
Además de la falta de medicamentos y material quirúrgico, el hospital enfrenta serios problemas de infraestructura. La planta de energía eléctrica no ha recibido mantenimiento en más de un año, ocasionando apagones frecuentes. Médicos han denunciado que algunos de estos cortes de energía han ocurrido durante procedimientos quirúrgicos, poniendo en grave peligro la vida de los pacientes.
La crisis no solo afecta al HRAEPY, sino también a otros hospitales importantes como el Hospital General “Doctor Agustín O’Horán” y el Hospital Corea-México, que enfrentan carencias similares. La falta de equipos médicos adecuados, sumada al deterioro de las instalaciones, ha generado un ambiente de precariedad que afecta especialmente a pacientes vulnerables como adultos mayores, niños y personas con enfermedades preexistentes.
El personal médico advierte que la falta de climatización adecuada y el aumento de temperaturas en los hospitales han contribuido a un incremento en la mortalidad en comparación con años anteriores. Por si fuera poco, los médicos han señalado que la calidad en la atención ha disminuido drásticamente, con largas listas de espera para cirugías que, en muchos casos, son de carácter urgente.
Los hospitales del sistema Bienestar, que fueron creados como parte de una estrategia para mejorar los servicios de salud, también han caído en una situación crítica, evidenciando que el problema es estructural y generalizado.
La situación exige una respuesta inmediata por parte de las autoridades de salud, quienes deben garantizar el acceso a insumos, medicamentos y servicios básicos para proteger la vida de los pacientes. Mientras tanto, miles de yucatecos enfrentan un sistema de salud que, lejos de garantizar su bienestar, pone en riesgo su vida.