En un ambiente cargado de dolor e indignación, las familias May Chi y Puch May encabezaron una marcha pacífica para exigir justicia por la muerte de Silvia May Chi y Miguel Puch. Ambos perdieron la vida en un accidente vial ocurrido el pasado 9 de enero en la carretera a Seyé, donde el responsable huyó del lugar sin prestar auxilio.
El trágico incidente, que involucró a un Chevy blanco que colisionó de frente contra el mototaxi conducido por Miguel y en el que viajaba su esposa Silvia, ha dejado a una comunidad en conmoción. La falta de acción efectiva por parte de las autoridades ha provocado que familiares y vecinos tomaran las calles para alzar la voz y exigir respuestas.
La indiferencia de las autoridades
A pesar de los días transcurridos desde el accidente, el presunto responsable sigue sin ser detenido, lo que ha desatado críticas hacia la Fiscalía del Estado de Yucatán por su aparente ineficacia y falta de compromiso con la justicia. Aunque testigos mencionaron que la Policía Estatal de Investigación (PEI) habría detenido a una persona relacionada con el caso, la Fiscalía no ha confirmado ningún arresto oficial, lo que incrementa la incertidumbre entre los afectados.
El día de ayer, los manifestantes se reunieron en la colonia San Antonio y marcharon hacia el Palacio Municipal de Seyé, donde gritaron consignas como “¡Justicia!” y colocaron pancartas con mensajes exigiendo respuestas. Sin embargo, a pesar de que la alcaldesa presuntamente se encontraba en el edificio, no salió a dialogar con los inconformes, lo que fue interpretado como una actitud de indiferencia hacia el dolor de las familias.
El clamor de una comunidad
“Mis padres no merecían este final, y ahora nosotros no merecemos este abandono,” expresó uno de los hijos de las víctimas, visiblemente afectado por la situación. La comunidad también ha expresado su frustración ante la falta de información clara y las dilaciones en el caso, que consideran un ejemplo más de la ineficiencia de las autoridades judiciales en Yucatán.
Fiscalía bajo la lupa
El actuar de la Fiscalía en este caso ha dejado mucho que desear, ya que no solo no se ha logrado la captura del presunto responsable, sino que tampoco se ha informado de avances significativos en la investigación. Esta situación evidencia una preocupante falta de empatía y diligencia por parte de las instituciones encargadas de garantizar justicia.
El llamado de las familias y de toda una comunidad es claro: no permitiremos que este caso quede en el olvido. Mientras tanto, el tiempo sigue pasando, y la incertidumbre y el dolor de los familiares de Silvia May Chi y Miguel Puch aumentan con cada día sin respuestas.
Una justicia que no llega
Este caso no es solo un recordatorio de la fragilidad de la vida, sino también de la urgencia de contar con instituciones que respondan con eficacia y sensibilidad ante las tragedias que afectan a la sociedad. Las familias de las víctimas merecen algo más que el silencio y la inacción: merecen justicia.