El alcalde de Dzidzantún, Ismael Aguilar Puc, ha vuelto a estar en el centro de la polémica luego de que se revelaran presuntos actos de corrupción y desvío de fondos en el municipio. Conocido ya como el “Arco de la corrupción”, Aguilar Puc ha sido señalado por despilfarrar dinero en pagos de publicidad para mejorar su imagen, mientras intenta evitar ser auditado como el #ZorroRata de Motul.
En un intento por asegurar su impunidad, se ha especulado que Aguilar Puc habría pactado acuerdos con todos los candidatos a la gubernatura de Yucatán, incluyendo al candidato de Morena, Joaquín Díaz Mena, para imponer a los integrantes de la planilla del candidato “Apin”, asegurando así el respaldo de su estructura priista.
El alcalde, que pasó de ser un simple maestro con un modesto patrimonio a convertirse en el hombre más rico del pueblo, ha sido acusado de presuntos desvíos de recaudación de impuestos de prediales y terrenos en la zona costa de Dzidzantún. Durante su administración, se habrían saqueado y vendido terrenos en la zona de playa del puerto de Santa Clara a inmobiliarias y particulares, lucrando con el cobro de impuestos prediales.
Entre las transacciones sospechosas se encuentran la venta de terrenos como la Mina de Oro, las Charcas Salineras, ranchos colindantes a la zona de Palmar, entre otros. Destaca la compra venta de un terreno en la zona de playa llamado Tohoku, valuado en más de 250 millones de pesos, cuyo pago de impuestos no ha sido reflejado en la recaudación municipal.
Ante estas acusaciones, se espera que la Auditoría Superior del Estado de Yucatán (ASEY) y la Auditoría Superior de la Federación (ASF) tomen cartas en el asunto y realicen una auditoría exhaustiva para investigar el presunto desvío de fondos y los posibles actos ilícitos cometidos por el alcalde Aguilar Puc y su administración