Para el espectador común, la escena es de amor pleno: en una camioneta Silverado blanca, una pareja de enamorados con los ojos iluminados y sonrisas sinceras disfrutan de su cercanía. Protegidos por los cristales polarizados. Uno prueba el platillo del otro. Ella le limpia una pequeña mancha de comida en las comisuras de los labios con un beso… ¡Ah, el amor, ese sentimiento tan bello!
El escenario: la sucursal Dorada de una conocida cadena de restaurante-bar de Mérida. De fondo, música del dueto Air Supply, “Lost in love”. Corazones en el aire luchan por salir de la cabina de la camioneta blanca, con placas NXR-57-59 y adornos discretos en color negro, con logotipo oficial y leyenda TREN MAYA.
De una película de amor, la escena se transforma en un episodio más de la tragicomedia política mexicana: el vehículo oficial del gobierno de la llamada Cuarta Transformación ocupa un lugar del estacionamiento reservado para personas con discapacidad. A la pareja no le importa desviar recursos oficiales para sus fines personales, casi íntimos: su muestra de amor.
No les importa que los espectadores tomen fotos del mal uso de los recursos oficiales. En aras de la austeridad, prefieren ahorrar en taxi y salieron a comer en la Silverado propiedad de la Fonatur.
¡Ah, el amor, ese sentimiento tan bello!