A tan solo mes y medio de haber asumido el poder, el Gobierno del Estado de Yucatán enfrenta su primer gran escándalo interno. Este martes, el patio central del Palacio de Gobierno se convirtió en un ring inesperado cuando Víctor Cervera, director del Instituto Yucateco de Emprendedores (IYEM), y Dafne López, coordinador de asesores del gobernador Joaquín Díaz Mena, protagonizaron un altercado físico durante las Audiencias con el Pueblo.
El conflicto habría iniciado por un reclamo de López a Cervera, exigiéndole moderar sus publicaciones en redes sociales. Sin embargo, la discusión rápidamente escaló en intensidad con gritos, insultos y, finalmente, una bofetada de Cervera hacia López. “¡Nadie va a limitar mi libertad de expresión!”, habría gritado Cervera antes del golpe, según testigos presenciales.
Ambos funcionarios fueron citados de inmediato por el secretario general de Gobierno, Omar Pérez Avilés, en un intento por resolver la disputa. Sin embargo, la reunión no logró calmar las aguas. Testigos relatan que tanto Cervera como López salieron de la oficina visiblemente molestos, dejando el conflicto sin resolución aparente.
Este incidente pone en evidencia tensiones internas dentro de la administración de Díaz Mena, lo que levanta serias dudas sobre la cohesión y gobernabilidad del equipo de trabajo del gobernador. Expertos en política local advierten que este tipo de episodios pueden minar la confianza ciudadana y generar fracturas difíciles de reparar en el gabinete.
¿Qué sigue para el gobierno?
El altercado plantea una serie de interrogantes:
- ¿Habrá consecuencias? Si Cervera no enfrenta sanciones, podría interpretarse como un debilitamiento del poder de Dafne López dentro del gabinete.
- ¿Habrá despidos? Si Cervera es destituido, el gobierno enviaría un mensaje de intolerancia hacia los conflictos internos, pero también admitiría que la fractura es grave.
Con apenas mes y medio de gestión, el incidente marca un inicio turbulento para una administración que prometió cohesión y diálogo. Ahora, todas las miradas están puestas en el gobernador Díaz Mena y su capacidad para gestionar esta crisis interna que amenaza con escalar.
La situación en el gabinete aún está en desarrollo, y su desenlace podría ser un parteaguas para el futuro político de esta administración.