CACALCHÉN, Yucatán.- Un escándalo de corrupción ha estallado en el Banco del Bienestar de este municipio, donde empleados han sido señalados por desviar recursos de personas fallecidas y de adultos mayores postrados en cama. Ante la gravedad de los hechos, familiares de las víctimas preparan una demanda colectiva y han denunciado públicamente los abusos.
Una red de robo con total impunidad
Las irregularidades en la sucursal ubicada en la calle 25 por 20 y 22 salieron a la luz luego de que varias familias descubrieran que el dinero de sus seres queridos había sido retirado fraudulentamente. Al menos cinco personas se han organizado para exigir justicia, señalando que este esquema de corrupción ha operado durante meses sin que las autoridades intervengan.
Uno de los casos más indignantes es el de Juana María Canché Couoh, una joven con discapacidad que, tras la muerte de su padre Juan Santos Canché Ek el 17 de febrero, acudió el 3 de marzo a retirar la pensión correspondiente. Sin embargo, al recibir el dinero, un operario del banco la amenazó y le exigió devolverlo, asegurando que la Guardia Nacional la detendría si no lo hacía. Ante el hostigamiento, la joven entregó el efectivo, que quedó en manos de los empleados del banco.
Otro afectado, Josué Rubén Canul Kauil, quien recibe la beca Benito Juárez por sus dos hijos, olvidó su tarjeta en ventanilla. Horas después, descubrió que más de $20,000 habían sido retirados de su cuenta. Al exigir ver las cámaras de seguridad, el personal del banco lo sacó de manera prepotente y le impidió acceder a las pruebas. A pesar de haber denunciado el caso ante la Fiscalía General del Estado en la agencia 24 de Motul (UNATD24-GL/1150/2024), hasta ahora no ha recibido ninguna respuesta.
En un caso similar, María Felipa de Jesús Aké Canché, de 76 años, falleció el 2 de febrero, pero el 3 de marzo su pensión fue retirada en ventanilla, como si hubiera resucitado. Su hija, Concepción Guadalupe López Aké, denunció que en la banca móvil se reflejaba un retiro de $6,246, aunque en cajero solo pueden retirarse múltiplos de $100. Al pedir explicaciones, los empleados del banco fueron incapaces de justificar cómo se realizó la operación.
Una estructura de abuso contra los más vulnerables
Los afectados también han denunciado que el banco bloquea tarjetas de beneficiarios fallecidos y se niega a entregar los fondos remanentes a sus familiares. Es el caso de Andrés Puch Uitz, de 99 años, quien murió el 27 de noviembre de 2024. En enero de 2025, su nuera Adriana Aké Chalé acudió a cobrar su pensión, pero el banco bloqueó la tarjeta y el NIP dejó de responder, a pesar de que los $6,200 seguían apareciendo en el saldo.
Otra víctima, Nancy Uitz, logró recuperar la pensión de su padre postrado en cama, pero solo después de presentar pruebas contundentes. En ventanilla, los empleados entregaron el dinero de su padre a otra persona con una credencial distinta, y al reclamar, le dijeron que fue un “error del sistema” y que su pago se repondría en dos meses. Sin embargo, tras la insistencia de la familia y la exhibición de pruebas, el dinero fue devuelto dos días después.
¿Protección o negligencia?
Los afectados han acudido ante el Servidor de la Nación y el subdelegado de Bienestar, quienes les recomendaron denunciar públicamente las anomalías. Sin embargo, el Banco del Bienestar sigue sin dar explicaciones ni tomar medidas contra los responsables.
La indignación ha llevado a que muchos beneficiarios de programas federales prefieran trasladarse a otros municipios para evitar ser víctimas de fraudes y malos tratos.
La pregunta es clara: ¿Hasta cuándo seguirá la impunidad en el Banco del Bienestar de Cacalchén? Mientras los responsables continúan operando con total libertad, las familias exigen justicia y castigo para los funcionarios involucrados en esta red de corrupción.