A pesar de sus declaraciones públicas de no poseer bienes significativos, el candidato de Morena a la gubernatura de Yucatán, Joaquín “Huacho” Díaz Mena, ha acumulado una considerable fortuna durante su gestión como superdelegado de la Secretaría de Bienestar. Documentos del Registro Público de la Propiedad y Comercio de Yucatán revelan una serie de adquisiciones inmobiliarias y activos que parecen contradecir su versión patrimonial.
Entre 2015 y 2020, “Huacho” Díaz Mena habría adquirido al menos tres bienes inmuebles por un total de 17 millones de pesos. Estas propiedades incluyen un rancho en Panabá por 13 millones, un departamento en Mérida valorado en 1 millón 119 mil pesos, y 3 millones 200 mil pesos en ganado. Además, regaló a su hijo, Joaquín Díaz Méndez, conocido como “Huachito”, un automóvil Tesla valuado en 1 millón de pesos al alcanzar la mayoría de edad.
Con un salario mensual de 87 mil 155 pesos como superdelegado, resulta improbable que “Huacho” Díaz Mena haya podido financiar estas adquisiciones con sus ingresos. Durante los cinco años que estuvo al frente de la Secretaría de Bienestar, sus ingresos sumaron un total de 5 millones 229 mil 300 pesos, una cifra significativamente menor a los 17 millones gastados en propiedades.
A pesar de sus declaraciones de transparencia, “Huacho” Díaz Mena no incluyó estas propiedades en sus declaraciones patrimoniales. Una de las propiedades, adquirida en julio de 2020, se compró por un monto de 500 mil pesos en efectivo, una cantidad que se presume es significativamente menor al valor real de la propiedad para evitar impuestos.
El candidato ha colocado varias propiedades a nombre de familiares y terceros, posiblemente como medida de protección patrimonial. Estas acciones levantan sospechas sobre la transparencia y veracidad de sus declaraciones patrimoniales.
Además de sus adquisiciones personales, “Huacho” Díaz Mena ha hecho compromisos financieros con individuos relacionados con negocios cuestionables. Estos acuerdos podrían generar conflictos de interés y obligaciones financieras en caso de perder las elecciones.
La riqueza acumulada por Joaquín “Huacho” Díaz Mena durante su gestión como superdelegado de la Secretaría de Bienestar pone en duda su versión patrimonial y sus declaraciones de transparencia. A pesar de sus intentos por presentarse como un candidato al servicio del pueblo, los documentos y transacciones revelan una realidad financiera que contrasta con su discurso público. A medida que se acercan las elecciones, la necesidad de esclarecer estas discrepancias se vuelve más imperativa para garantizar la integridad y transparencia del proceso democrático en Yucatán.