Las fuertes tormentas que han azotado el norte de Italia en las últimas horas han causado graves inundaciones, afectando de manera significativa a Milán. La ciudad ha sufrido la crecida de los ríos Lambro y Seveso, los cuales han desbordado debido a las intensas lluvias, sumergiendo calles, casas y comercios bajo el agua.
Milán se enfrenta a una situación crítica con el tráfico paralizado y varios barrios sin electricidad. Las autoridades locales han desplegado equipos de emergencia para rescatar a las personas atrapadas y asegurar las áreas más afectadas. Se ha habilitado un centro de operaciones para coordinar los esfuerzos de socorro y proporcionar refugio temporal a los desplazados.
La situación ha generado preocupación entre los residentes y el gobierno local, que insta a la población a mantenerse en lugares seguros y evitar desplazamientos innecesarios. Se espera que las condiciones meteorológicas mejoren en los próximos días, permitiendo a los equipos de emergencia continuar con las labores de rescate y limpieza.