Luego de varios días convaleciente por muerte cerebral, hoy miércoles falleció Fabiola, esposa del motociclista Ángel, lo que complica las cosas para el conductor Víctor M.R.B., de 20 años, quien los atropelló el 29 de abril en Altabrisa y huyó, pero luego fue detenido y ahora enfrenta un proceso penal.
Inicialmente se le juzgó por la muerte de Ángel, quien conducía la moto en la que iba la familia de San Camilo, Kanasín, y por el bebé que Fabiola tenía en el vientre, pues estaba embarazada.
La muerte de Fabiola complica el proceso penal para el joven de 20 años, quien ya se enfrenta a la justicia por estos crímenes, pero por tratarse de delitos culposos, es decir que no fueron causados intencionalmente, lleva el proceso en libertad.
Tras ser vinculado a proceso, se le impuso el uso de un localizador electrónico y la presentación periódica en el Centro Estatal de Medidas Cautelares.
Se fijó un plazo para el cierre de las investigaciones, pero el caso puede concluir antes si las partes llegan a un acuerdo mediante un juicio abreviado. Lo que procede es la reparación del daño por la muerte, inicialmente de dos víctimas, pero ahora ya son tres los fallecimientos atribuidos al joven automovilista.
No se le puede “refundir” en la cárcel como piden muchos en las redes sociales. Tienen que llegar a la reparación del daño, porque eso marca la ley. La decisión que tomó la juez de permitir que el acusado lleve su proceso en libertad no está fuera de la ley. Al contrario, sería ilegal que lo enviara a prisión solo porque lo piden en las redes sociales.
Este es un ejemplo de que la justicia no puede popular, como proponen algunos despistados candidatos en la elección judicial. Al contrario, como este en caso, en ocasiones la usticia puede ser impopular pero ante todo tiene que prevalecer la legalidad.
En todo caso los diputados tendrían que cambiar las leyes para que las cosas sean distintas, pero actualmente solo son levantadedos puestos a disposición de los gobernantes en turno.