Ocultan información y se niegan a entregar videos de seguridad
TIXKOKOB, Yucatán, 15 de marzo de 2025.- La brutalidad policial cobró otra víctima en Yucatán. Rusell Couoh Cante, de 38 años, fue detenido por policías municipales de Tixkokob y murió bajo su custodia. La necropsia confirmó lo que su familia temía: no fue un accidente ni una enfermedad, sino un traumatismo torácico cerrado, es decir, le rompieron el tórax con un golpe letal.
Su familia exige justicia y presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE) bajo el expediente GN/819/2025, señalando directamente a los agentes municipales como responsables de la muerte. Sin embargo, las autoridades han manejado el caso con total hermetismo, alimentando la sospecha de encubrimiento.
Dos versiones y una verdad que intentan ocultar
La versión oficial es un rompecabezas lleno de contradicciones. Existen dos versiones sobre lo ocurrido:
1. Nunca ingresó a la cárcel municipal: Según esta versión, Rusell murió dentro de una patrulla mientras era trasladado de la comisaría de Ekmul a la base policiaca de Tixkokob. Si esto fuera cierto, ¿qué tipo de brutalidad sufrió para morir en el trayecto?
2. Fue golpeado en la celda municipal: Testimonios señalan que policías municipales lo golpearon con violencia dentro de los separos, lo que explicaría el severo trauma torácico. Sin embargo, la comuna se niega a entregar los videos de seguridad alegando que “las cámaras no estaban activas” ese día o que “no estaba el técnico encargado”.
Encubrimiento descarado y exigencia de justicia
Las autoridades municipales han evadido su responsabilidad y obstaculizado la entrega de evidencia clave. Este intento de encubrimiento recuerda otros casos de abuso policial en Yucatán, donde la impunidad sigue siendo la norma.

La FGE tiene en sus manos la investigación, pero la ciudadanía ya desconfía. ¿Se hará justicia o quedará impune otro crimen policial? Mientras tanto, la familia de Rusell Couoh Cante llora su pérdida y exige que los responsables paguen por lo que claramente es un asesinato a manos de la policía de Tixkokob.