Yucatán ha dado inicio a un ambicioso programa de reforestación de manglares en toda su costa. De la mano de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y su titular, Alicia Bárcena, el estado ha comenzado la siembra de más de 100 mil ejemplares de mangle rojo, negro y verde.
Este esfuerzo, además de representar un compromiso con la conservación ambiental, es una medida crucial para fortalecer la barrera natural que protege la península de los embates de huracanes y tormentas. Los manglares son ecosistemas esenciales que no solo absorben grandes cantidades de carbono, sino que también sirven de refugio a una gran diversidad de especies marinas y terrestres.
La reforestación de estos ecosistemas se vuelve aún más urgente en un contexto donde el desarrollo descontrolado y la corrupción han permitido la destrucción de amplias zonas de manglar para la construcción de complejos turísticos e inmobiliarios. En los últimos años, organizaciones ambientalistas han denunciado la complicidad de funcionarios con intereses privados que han devastado estos ecosistemas en nombre del “progreso”.
Con este nuevo programa, Yucatán busca revertir parte del daño causado y consolidarse como un referente en la restauración ecológica. Sin embargo, la efectividad de esta iniciativa dependerá de su implementación real y del seguimiento que se le dé para evitar que quede en una simple fotografía de campaña.