El Colegio Cumbres vuelve a estar en el ojo del huracán tras un nuevo escándalo que ha puesto en jaque a la institución educativa. El pasado viernes, un alumno de primaria, quien había sido víctima de acoso escolar durante varios meses, decidió amenazar con tomar la justicia por su propia mano, y decir que llevaría a la escuela un arma de fuego perteneciente a su padre con la intención de enfrentarse a sus agresores.
De acuerdo con testimonios, el menor había manifestado su intención en redes sociales un día antes del incidente. Esta situación generó alarma entre algunos compañeros, quienes alertaron a las autoridades escolares sobre lo que podría ocurrir. Ante este hecho el colegio de forma tardía inicio un proceso de revisión y trato de minimizar el hecho ocurrido, pero el tema se fue propagando entre los padres quienes corrieron al colegio a buscar a sus hijos, este hecho mantiene a los padres de familia muy molestos.
Este incidente se suma a otros escándalos recientes en la institución. Hace pocas semanas, durante la Copa Faro, un evento deportivo en el que participaron alumnos del Colegio Cumbres, varios estudiantes fueron sorprendidos en evidente estado de embriaguez. La situación se tornó crítica cuando algunos de ellos tuvieron que ser trasladados en ambulancia debido al alto grado de intoxicación alcohólica. Lo que debió haber sido una jornada de sana convivencia deportiva terminó convirtiéndose en una escena propia de una cantina.
Estos episodios han generado una ola de preocupación entre los padres de familia, quienes exigen medidas más estrictas por parte del colegio para evitar que situaciones de esta magnitud se repitan. La comunidad escolar y las autoridades competentes han sido emplazadas a tomar acciones inmediatas para garantizar la seguridad y el bienestar de los estudiantes, como la revisión de mochilas en la entrada.