La Agencia Espacial Europea (ESA) informó que el satélite de observación terrestre ERS-2 reentró a la atmósfera de la Tierra sobre el océano Pacífico norte entre Alaska y Hawaii el miércoles por la tarde. Afortunadamente, no se reportaron daños, según confirmó la agencia.
El proceso de reentrada fue vigilado de cerca por la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA, en colaboración con una red de vigilancia internacional. Se había estado monitoreando al satélite durante todo el mes de febrero para realizar predicciones sobre su reentrada, la cual tuvo lugar a las 12:17 p.m. ET del miércoles.
El satélite, que tenía una masa estimada de 5.057 libras (2.294 kilogramos) después de agotar su combustible, se desintegró a una altura de aproximadamente 50 millas (80 kilómetros) sobre la superficie de la Tierra debido a la resistencia atmosférica. Se esperaba que la mayoría de los fragmentos se quemaran en la atmósfera, y los que sobrevivieran cayeran al océano.
El satélite ERS-2, lanzado por primera vez el 21 de abril de 1995, fue un componente crucial en la recopilación de datos sobre los casquetes polares, los océanos y las superficies terrestres del planeta. Junto con su gemelo, ERS-1, observó desastres naturales como inundaciones y terremotos, proporcionando datos valiosos que aún se utilizan en la actualidad.
La misión del ERS-2 concluyó oficialmente en 2011, cuando la ESA decidió sacarlo de órbita para evitar aumentar la basura espacial que orbita el planeta. A pesar de que la posibilidad de que los desechos espaciales causen daños es extremadamente baja, la ESA continúa monitoreando de cerca estos eventos para garantizar la seguridad en el espacio y en la Tierra.