El spring break, una de las temporadas más emblemáticas para el turismo juvenil en Cancún, ha experimentado una notable disminución en la afluencia de estudiantes en los últimos años. Mientras que a principios de los 2000 se recibían más de 100,000 jóvenes, para este año se espera la llegada de aproximadamente 35,000, según reporta medios locales.
Esta tendencia a la baja se atribuye a diversos factores, entre ellos las alertas de viaje emitidas por el gobierno de Estados Unidos, que advierten sobre riesgos relacionados con la delincuencia y otros peligros en destinos turísticos como Cancún, Playa del Carmen y Tulum. Estas advertencias han influido en la percepción de seguridad entre los potenciales visitantes y sus familias.

Además, la falta de operadoras especializadas en el segmento de spring breakers ha dificultado la promoción y contabilización precisa de estos turistas. Empresarios del sector turístico señalan que, aunque el interés de los jóvenes estadounidenses por Cancún persiste, la decisión final de viajar depende en gran medida de sus padres, quienes en muchos casos prefieren destinos con una percepción de mayor seguridad.
En respuesta a esta situación, la industria hotelera y los prestadores de servicios turísticos están implementando estrategias para adaptarse al nuevo perfil de viajeros, enfocándose en mercados más familiares y diversificando su oferta para atraer a diferentes segmentos de turistas. A pesar de los desafíos, Cancún continúa siendo un destino atractivo, y se espera que, con esfuerzos coordinados, se logre revitalizar la afluencia de visitantes durante la temporada de spring break en los próximos años.