Epidemiólogos, personal de salud y trabajadores del sector han solicitado una investigación a las empresas responsables del traslado y tratamiento de desechos sanitarios y biológicos. La alarma surgió al descubrirse que cientos de jeringas utilizadas para vacunación están expuestas a la intemperie en una vereda del municipio Mocochá, a 30 kilómetros al nororiente de Mérida.
Especialistas en Salud consideran indignante y alarmante que un paquete de residuos hospitalarios, que debería ser tratado con la máxima sanidad, haya sido abandonado en la vía pública, a menos de 10 metros de una carretera transitada. Advierten que dejar residuos hospitalarios en predios baldíos es un delito federal por ataque a la salud pública.
El representante sindical y jefe de vectores de la Secretaría de Salud federal, Marco Paredes, señaló que el manejo y traslado de estos residuos no es responsabilidad del personal de salud gubernamental, ya que existen empresas concesionadas para encargarse de estos desechos biológicos.
El ex titular de la Jurisdicción Sanitaria y epidemiólogo, Rudy Coronado Bastarrachea, alertó sobre el grave riesgo que implica este desecho, ya que algunas vacunas están elaboradas con ADN viral. Destacó la necesidad de analizar el número de lote de las jeringas para identificar la procedencia de las vacunas y responsabilizar a la empresa y personas encargadas del retiro del desecho sanitario.
La químico farmacobióloga genómica, Miriam López Castañeda, calificó esta acción como criminal, ya que podría haber dado lugar a un brote. Señaló que las jeringas halladas están etiquetadas como “vacunación universal”, perteneciente al Programa de Vacunación Universal del Gobierno Federal.
López Castañeda indicó que las jeringas auto descartables se clasifican como residuos cortopunzantes y deben ser dispuestas en contenedores rígidos. Los elementos utilizados durante la vacunación que tienen contacto con fluidos corporales de alto riesgo se consideran residuos peligrosos y deben ser segregados adecuadamente.
Vecinos de Mocochá informaron que el lote de jeringas ha estado allí durante meses, pero ninguna autoridad sanitaria ha tomado medidas para retirarlo. La urgencia radica en evitar posibles riesgos para la salud pública y sancionar a quienes incumplen las normativas de manejo de desechos sanitarios.
