En un momento en que la violencia y la incertidumbre marcan el pulso político de Michoacán, Grecia Itzel Quiroz García asumirá este miércoles la presidencia municipal de Uruapan, en sustitución de su esposo, el alcalde Carlos Manzo Rodríguez, asesinado apenas cuatro días antes. Su nombramiento llega como un intento de restaurar la gobernabilidad en uno de los municipios más golpeados por el crimen organizado y, al mismo tiempo, como un gesto de continuidad política y resistencia civil.
La ceremonia se llevará a cabo en una sesión extraordinaria del Congreso del Estado, programada para las 14:30 horas, donde se formalizará su designación para completar el periodo 2024–2027. Pese a la conmoción, el trámite legislativo avanza con rapidez: la Junta de Coordinación Política, encabezada por Fabiola Alanís Sámano (Morena), confirmó el respaldo de todas las fracciones parlamentarias. “No hay fecha fatal, pero podría concretarse en las próximas horas o esta misma semana. Lo importante es evitar un vacío de poder en un territorio vulnerable”, expresó Alanís.
Un voto de unidad en el Cabildo
El Cabildo de Uruapan, conformado por regidores de distintas fuerzas políticas, propuso de manera unánime a Quiroz como la figura idónea para preservar el proyecto independiente que impulsó su esposo bajo el nombre del “Movimiento del Sombrero”. Detrás de esa decisión hay una intención clara: enviar un mensaje de cohesión frente a los grupos criminales que han intentado fracturar la vida institucional del municipio.
El asesinato que cimbró a Uruapan
El 1 de noviembre, durante la inauguración del Festival de las Velas, un evento familiar por el Día de Muertos en la plaza principal, Carlos Manzo Rodríguez fue asesinado a balazos frente a cientos de asistentes. El ataque, perpetrado por un sicario bajo los efectos de metanfetaminas, dejó seis impactos en el cuerpo del edil. Murió horas después en el Hospital Fray Juan de San Miguel.
Las autoridades reportaron la muerte de uno de los agresores, la detención de dos más y el aseguramiento de un arma vinculada a otros crímenes del narcotráfico. Manzo, exempresario aguacatero y líder comunitario, había denunciado amenazas de muerte y solicitado refuerzos federales para enfrentar la extorsión y los bloqueos carreteros en la región.
Su asesinato lo convierte en el sexto alcalde asesinado en México durante 2025 y el tercero en Michoacán, un estado que ocupa el séptimo lugar nacional en homicidios dolosos. La presidenta Claudia Sheinbaum condenó el crimen y anunció el Plan Michoacán de Paz y Justicia, con más presencia de la Guardia Nacional y operativos coordinados en la región aguacatera.
De la sombra al liderazgo
A sus 38 años, Grecia Quiroz se define más como una activista social que como una política profesional. Licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, madre de dos hijos y con una trayectoria marcada por el trabajo comunitario, acompañó a su esposo durante la campaña y más tarde presidió de forma honoraria el Sistema DIF Municipal, donde impulsó programas de apoyo a mujeres en riesgo, adultos mayores y familias vulnerables.
En 2024 compitió como candidata a diputada local por el distrito 20 de Uruapan Sur con Movimiento Ciudadano, aunque no obtuvo el triunfo. Hoy, su ascenso al poder no responde a una ambición política, sino a un acto de compromiso y resistencia.
Durante el homenaje póstumo a su esposo, realizado en la plaza principal, miles de ciudadanos la aclamaron al grito de “¡Presidenta, presidenta!”. Ese respaldo popular, espontáneo y emotivo, cristalizó una esperanza colectiva: que la viuda de Manzo pueda continuar su lucha por un gobierno honesto, autónomo y en paz.
“A Carlos no le hubiese gustado ver actos de violencia en su memoria. Sigamos su lucha pacífica por la paz”, dijo Quiroz en un mensaje transmitido en redes sociales.
Horas antes de su toma de protesta, la alcaldesa electa se reunió en Palacio Nacional con la presidenta Sheinbaum, acompañada por elementos de la Guardia Nacional. En el encuentro, discutieron la aplicación del nuevo plan federal de seguridad. “Contamos con el respaldo incondicional del Gobierno de México”, afirmó la mandataria tras la reunión.
Un respaldo institucional, pero desafíos titánicos
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla (Morena) respaldó la designación, subrayando que, al tratarse de un gobierno independiente, corresponde a su propio movimiento decidir al sustituto. No obstante, prometió acompañamiento institucional para garantizar la estabilidad política del municipio.
En redes sociales, el caso domina la conversación. Periodistas, analistas y ciudadanos comparten imágenes de vigilias y homenajes con sombreros manchados de “sangre” simbólica, en alusión al movimiento que encabezó Manzo.
Sin embargo, detrás del gesto de unidad se esconden retos monumentales:
la inseguridad que cobró la vida del alcalde, la polarización política tras la elección, y la urgencia de mantener cohesionada una administración municipal diversa y vulnerable.
“Es un momento de unidad, pero también de vigilancia para que el narco no interprete esto como debilidad”, declaró un regidor del Cabildo bajo anonimato.
Entre la esperanza y el miedo
El asesinato de Manzo marcó un punto de inflexión en Uruapan, una ciudad que combina riqueza agrícola y descomposición social, donde los cárteles disputan el control del aguacate y los cobros de piso. En ese contexto, la llegada de Quiroz al poder tiene una carga simbólica y emocional: una mujer viuda que asume el legado de su esposo para enfrentarse al mismo sistema de violencia que lo mató.
Analistas políticos advierten que sus primeras semanas serán determinantes. Tendrá que mostrar autoridad sin renunciar a la empatía que la llevó al cargo, y construir puentes con las fuerzas políticas, los empresarios locales y los mandos de seguridad.

