En un cambio que ha generado debate, el recibo del servicio de agua potable en Yucatán ahora será emitido en color guinda, el color asociado al partido en el poder a nivel federal, Morena. Este movimiento ha desatado cuestionamientos entre los ciudadanos, quienes consideran que podría ser una medida innecesaria y con tintes políticos.
Un patrón recurrente
La decisión de adoptar el color guinda para los recibos del agua no es un caso aislado. En otras entidades y sectores, se ha señalado una tendencia de asociar elementos públicos con los colores del partido en el poder, como ha ocurrido con vehículos oficiales, uniformes, documentos y señalizaciones.
Muchos ciudadanos critican que estas acciones dan la impresión de politizar servicios públicos esenciales, como el agua potable, que deberían permanecer ajenos a cualquier agenda partidista.
La respuesta ciudadana
Entre los comentarios de la población, destacan las preguntas sobre el gasto y el propósito real de este cambio. “¿Qué necesidad hay de modificar los recibos? ¿Es realmente para mejorar el servicio o solo para recordarnos quién está en el poder?”, cuestionó un ciudadano en redes sociales.
Otros también señalaron que el enfoque debería estar en resolver problemas como fugas, fallos en el servicio y mejorar la infraestructura hídrica, en lugar de realizar cambios que podrían interpretarse como propaganda.
El simbolismo detrás de los colores
Si bien las instituciones tienen la facultad de rediseñar sus documentos oficiales, el uso de colores asociados a partidos políticos puede generar desconfianza y un sentimiento de apropiación indebida de lo público por parte de los gobiernos. Esto alimenta la percepción de que los servicios esenciales, como el agua, están siendo utilizados como herramientas de posicionamiento político.
Un tema que sigue generando debate
La ciudadanía exige que los recursos públicos y los servicios esenciales se mantengan neutrales, eficientes y ajenos a cualquier agenda partidista. Mientras tanto, el cambio de color en los recibos del agua potable de Yucatán continúa siendo tema de conversación y debate entre la población.
¿Es este cambio una coincidencia estética o un mensaje político? El debate está abierto.