En un hecho que confirma su distanciamiento de los nuevos círculos políticos de poder, el exalcalde motuleño conocido popularmente como el “ZorroRata” —ahora rebautizado como “PayOch”— fue apartado del evento oficial realizado el jueves en esta ciudad, donde estuvo presente el gobernador electo junto con su esposa.
El acto, organizado por el DIF Yucatán para conmemorar el Día del Niño, tuvo lugar en el local social “Villa del Carmen”. Desde temprano, cerca de las 6:30 de la mañana, el exalcalde motuleño arribó al sitio, buscando integrarse al programa oficial. Sin embargo, conforme avanzaba el protocolo, se le mantuvo a distancia.
El evento comenzó formalmente a las 7:30 horas. A la llegada del gobernador electo, este se dirigió directamente al actual presidente municipal de Motul, Lucio Estrella Canul, del Partido Acción Nacional (PAN). Fue en ese momento que “PayOch” intentó acercarse, pero personal de Protocolo del Gobierno del Estado le cerró el paso, explicándole que, “por instrucciones del gobernador, no podía acercarse”, ya que la atención estaría centrada en el alcalde.
La escena recordó el tratamiento similar que recibió durante la presentación del Plan de Desarrollo Estatal, en la que también fue relegado de la zona de influencia y cámaras. De acuerdo con fuentes, la orden de mantenerlo alejado obedece a la mala imagen pública que arrastra, derivada de múltiples señalamientos de corrupción durante su gestión en el municipio.
Aunque en su momento se le consideró cercano a algunas figuras políticas, hoy el exalcalde de Motul parece ser visto como un “lastre” para el proyecto de gobierno. El mote de “PayOch” refleja la percepción popular de su caída en desgracia y su actual condición de “apestado” dentro de los eventos oficiales.
Incluso, se le obligó a permanecer fuera del recinto durante toda la ceremonia y solo pudo ingresar después de que el gobernador electo abandonara el lugar, evidenciando el abierto rechazo a cualquier vínculo político visible.
La tensión no solo se vivió en torno al exalcalde. De fondo, el acto sirvió también como escenario de una sutil lucha política: mientras el gobierno estatal intenta reforzar su presencia en municipios históricamente gobernados por el PAN, como Motul, la estrategia de acercamiento no ha terminado de convencer a todos, en un contexto donde los principios de democracia, libertad y pluralismo son cada vez más puestos a prueba.
Mientras tanto, en Motul, el mensaje fue claro: el pasado político asociado a corrupción y viejas prácticas no tiene cabida en la nueva administración, al menos de manera pública y visible.