Mérida, Yucatán, 19 de agosto de 2025. – La revista National Geographic, reconocida mundialmente por su rigor científico y cultural, publicó un extenso reportaje en el que documenta el grave impacto ambiental del Tren Maya en el sistema de cenotes y acuíferos de la península de Yucatán.
El artículo, titulado «¿Dejará atrás su pasado el Tren Maya, el tren del futuro de México?», elaborado por el periodista Michael Finkel con fotografías de Robbie Shone y Angie Smith, presenta evidencia de que más de 15,000 pilares de acero fueron hincados en el frágil suelo kárstico de la región, perforando al menos 120 cenotes sagrados y contaminando el único acuífero de agua dulce que abastece a millones de habitantes.
Pilares de acero y contaminación de cenotes
El reportaje expone el testimonio del biólogo Roberto Rojo, quien presenció cómo una perforadora industrial atravesó el techo de una cámara de piedra caliza mientras él se encontraba explorando la cueva. Según su conteo, un solo cenote llegó a recibir 40 pilares de acero, cada uno de 1.2 metros de diámetro y 24 metros de altura, rellenados con cemento que se filtra a las aguas cristalinas.
National Geographic advierte que el impacto no se limita a los cenotes perforados:
“Lo más crítico es que muchos de los cenotes están interconectados —arruina parte del agua y lo arriesgas todo—”.
Esto significa que la contaminación por óxido de hierro y cemento afecta al acuífero peninsular completo, al Arrecife Mesoamericano —el segundo más grande del mundo—, a las playas de Cancún y a los manglares que protegen la costa.
Deforestación y destrucción arqueológica
La investigación contradice las promesas del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que “no se cortaría ni un árbol” porque el tren seguiría vías abandonadas. En realidad, se talaron millones de árboles y gran parte de la ruta fue trazada lejos de antiguas líneas férreas.
Además, los pasos de fauna nunca se construyeron y, según el Washington Post, citado en el reportaje, más de 25,000 piezas arqueológicas mayas fueron destruidas para acelerar la obra de 30 mil millones de dólares inaugurada en diciembre de 2024.
Blindaje militar y violaciones legales
El reportaje también denuncia que el proyecto fue declarado de “seguridad nacional” en 2021, lo que permitió al ejército tomar el control y evadir evaluaciones ambientales. Aunque la Suprema Corte declaró esta maniobra ilegal en 2023, el gobierno federal ignoró la resolución.
Periodistas como Otto von Bertrab, crítico del proyecto, incluso denunciaron amenazas de muerte por su cobertura en un país donde más de una docena de defensores ambientales son asesinados cada año.
Descarrilamiento reciente en Izamal
La publicación cobra aún más relevancia tras el descarrilamiento de un vagón en la estación de Izamal, registrado el 19 de agosto en el tramo 3. Es el segundo incidente en la misma zona en menos de un año, lo que incrementa las dudas sobre la seguridad del megaproyecto.
Un país dividido entre progreso y ecocidio
El reportaje de National Geographic muestra la división en la sociedad mexicana: mientras algunos defienden al Tren Maya como símbolo de progreso capaz de generar 900,000 empleos y sacar de la pobreza a 1.1 millones de personas, otros lo califican de “ecocidio” por los daños irreversibles a un ecosistema milenario.
“Según el conteo de Rojo, más de 15,000 pilares han sido clavados en el delgado suelo de Yucatán, un asalto que podría desencadenar una reacción en cadena”.
El tiempo dirá si el Tren Maya será recordado como el proyecto que modernizó el sureste de México o como el que destruyó uno de los sistemas de cuevas y acuíferos más importantes del planeta.