Mérida, Yucatán. En los últimos días, la percepción de seguridad en Yucatán ha comenzado a deteriorarse con una serie de incidentes que han encendido las alarmas entre la ciudadanía.
El estado, históricamente reconocido como uno de los más seguros del país, enfrenta una nueva realidad con dos asaltos armados a tiendas Oxxo en menos de una semana. El más reciente ocurrió en la Avenida Quetzalcóatl de la colonia Vergel 65, donde un hombre armado despojó a los empleados de dinero y productos. Días antes, un caso similar se registró en Ciudad Caucel, lo que ha generado preocupación por el aumento de estos delitos.
A esto se suma la detención de figuras clave relacionadas con el narcotráfico y las investigaciones sobre posibles vínculos entre estos grupos y agentes de la policía, un hecho que ha provocado indignación y cuestionamientos sobre la integridad de las corporaciones de seguridad.
Además, en el cono sur del estado se reporta una preocupante ola de violencia atribuida a pandillas. Vecinos de diversas comunidades han denunciado actos de intimidación, riñas callejeras y el crecimiento de actividades delictivas, lo que añade una nueva dimensión al desafío de seguridad que enfrenta Yucatán.
Estos eventos ocurren a solo dos meses de que Morena, bajo el liderazgo del gobernador Joaquín “Huacho” Díaz Mena, asumiera el gobierno del estado. Aunque el gobierno entrante ha prometido reforzar la seguridad y la justicia, los recientes sucesos ponen en duda la efectividad de las estrategias implementadas hasta ahora.
La ciudadanía exige respuestas claras y acciones contundentes para detener esta preocupante ola de criminalidad y garantizar la tranquilidad de las familias yucatecas, mientras el estado enfrenta el reto de preservar su reputación como un bastión de seguridad.