Estocolmo, Suecia, 9 de octubre de 2025. – El húngaro László Krasznahorkai fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura 2025, “por su obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”, anunció este jueves la Academia Sueca.
Krasznahorkai se convierte en el segundo autor húngaro en recibir el Nobel, después de Imre Kertesz en 2002. La Academia destacó que su narrativa, en la tradición centroeuropea de Franz Kafka a Thomas Bernhard, se caracteriza por el absurdo y los excesos grotescos, consolidándolo como un gran escritor épico contemporáneo.
El autor, nacido en Gyula, Hungría, en 1954, estudió Derecho, aunque lo abandonó para trabajar como minero y vigilante de seguridad mientras desarrollaba su pasión por la escritura. Más tarde, estudió Filología Húngara en la Universidad de Budapest, y publicó su primera novela, “Tango satánico” (1985), sobre un grupo de personas en una granja colectiva antes de la caída del comunismo, que luego fue adaptada al cine por Béla Tarr.
Entre sus obras más reconocidas destacan:
- “Melancolía de la resistencia”, descrita como una “fantasía del terror” sobre la lucha entre orden y desorden.
- “El barón Wenckheim vuelve a casa” (2016), sobre un barón arruinado que regresa de su exilio en Argentina.
- “Al norte la montaña, al sur el lago, al oeste el camino, al este el río” (2003) y “Y Seiobo descendió a la Tierra” (2008), donde exploró un estilo más contemplativo inspirado en la tradición oriental.
La crítica literaria estadounidense Susan Sontag lo definió como el “maestro del apocalipsis”, y su obra ha sido asociada con la pérdida de valores del régimen comunista y la visión de una civilización occidental en declive.
La elección de Krasznahorkai fue recibida sin sorpresas en Suecia. La emisora pública Radio Suecia calificó el premio como “esperado” y destacó la complejidad de su narrativa, mientras que Expressen lo llamó “la mejor elección en años” y Dagens Nyheter lo calificó de “impecable, aunque muy previsible”.
En sus primeras declaraciones, el escritor confesó que originalmente sólo quería escribir un libro, no convertirse en escritor. “Mi vida es una corrección permanente”, afirmó, refiriéndose al proceso constante de perfección de su obra. Krasznahorkai se dijo “muy feliz, tranquilo y muy nervioso a la vez” tras recibir la noticia.

