La historia de don José Guadalupe Chimal y Chuc, un hombre de 80 años originario del municipio de Calotmul, ha generado indignación y tristeza entre los habitantes del oriente del estado. Tras permanecer hospitalizado en el Hospital San Carlos de Tizimín por fuertes dolores de garganta que le impiden comer y beber, el adulto mayor fue dado de alta no porque su salud mejorara, sino porque su familia no cuenta con los recursos para pagar un estudio médico esencial.
Según relató su sobrina, Socorro Chimal, los médicos solicitaron una panendoscopía para determinar el origen del padecimiento. Sin embargo, al no tener dinero para cubrir el costo, el hospital se negó a mantenerlo internado. “Nos dijeron que el estudio no puede hacerse en el Centro de Especialidades de Mérida antes de 2026, y en una clínica privada cuesta más de 6 mil pesos, sin contar el traslado. No tenemos cómo pagarlo”, explicó con impotencia.
El estado de salud de don José es delicado: presenta debilidad y deshidratación severa, y apenas puede hablar. Su sobrina señaló que desde que fue dado de alta ha tenido que ser atendido en casa, sin los cuidados médicos que necesita. “Mi tío está muy mal, y si no recibe el tratamiento pronto, no sabemos qué pueda pasar”, lamentó.
Durante 45 años, don José trabajó como sepulturero en el cementerio de Calotmul, y en su vejez se gana la vida vendiendo leña para sobrevivir. Hoy, tras una vida de esfuerzo, enfrenta el abandono del sistema de salud público, que le ha dado la espalda en uno de sus momentos más críticos. Vecinos y familiares han comenzado a difundir su caso en redes sociales, con la esperanza de que alguna autoridad o persona solidaria pueda intervenir.
Quienes deseen ayudar a don José pueden comunicarse con su sobrina Socorro Chimal al 984 534 3636, ya sea con apoyo económico, medicamentos o alimentos.

