40 detenidas, ocho lesionados, Motín, daños en propiedad ajena, pandillerismo y lesiones son los delitos que se integran a la carpeta de investigación de los cuarenta detenidos en el Congreso de Campeche, tras un enfrentamiento entre dos facciones del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), mientras ocho lesionados convalecen en centros médicos de la capital campechana.
Ya con una gobernadora, Layda Sansores Sanromán, ansiosa de brincar a un eventual gabinete presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo, Campeche está a la deriva, sin autoridad, con una presencia creciente del crimen organizado y los enfrentamientos internos de las hordas morenistas.
Como informamos, la crisis de autoridad que padece Campeche desde que se vistió de guinda se concentró en la madrugada de ayer, cuando al menos 35 morenistas, a quienes encabezaron Violeta Baños, Idalí Sosa y Landy Velásquez, diputadas morenistas por Ciudad del Carmen, irrumpieron en el Congreso local, donde causaron destrozos y se apoderaron de documentos contables.
El allanamiento fue cometido luego de que el lunes, el legislador Alejandro Gómez Cazarín fue destituido como coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Gobierno y Administración, debido a que hace más de dos meses no se presenta a laborar, dizque “porque padece una enfermedad grave y está en tratamiento médico”.
Los invasores fueron detenidos por policías, quienes los trasladaron a las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE); en cambio, las legisladoras quedaron en libertad minutos después de que las arrestaron, pese a que en Campeche los diputados no tienen fuero.
Alejandro Gómez sostiene que el conflicto tiene origen económico ya que las tres diputadas morenistas que orquestaron el asalto a la sede legislativa quieren cien mil pesos más a los 120 mil mensuales que cobran actualmente: “No tienen llenadera”, dijo.
En este miércoles lluvioso, la sede de la LXIV Legislatura campechana sigue bajo el resguardo de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, que sofocó el zafarrancho morenista con gases lacrimógenos y macanazos.
