El acto de entrega se llevó a cabo en la ciudad de Vezelay, en el centro de Francia, en presencia de la embajadora de México, Blanca Jiménez Cisneros, que agradeció a Fouchet ese gesto de iniciativa propia.
Jiménez Cisneros, además de recordar la memoria de Mal-Pol Fouchet, hizo votos para que esta acción ciudadana ética y comprometida.
De las tres piezas, hay una de estilo huasteco procedente de la región norte de la Costa del Golfo, realizada entre los años 1000 y 1521 de nuestra era; otra de estilo Ixtlán del Rio, procedente del actual estado de Nayarit hecha entre los años 300 antes de Cristo y el 600 de nuestra era; y la última de estilo Tlatilco hecha entre los años 1500 y 200 antes de Cristo.
Una vez que Marianne Fouchet manifestó su voluntad de entregarlas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinó que son de origen mesoamericano y pertenecen al patrimonio mexicano.